Esta casa ha sido diseñada con formas orgánicas para fusionarla con el jardín que la rodea.
Hay casas que parecen traídas del futuro. Y no nos referimos a un futuro de líneas rectas y frías donde todo se simplifica (demasiado), sino a uno en el que la arquitectura adquiere formas orgánicas y osadas, fusionándose con la naturaleza que le rodea. El camino a seguir. Aunque ahora todos los arquitectos tienden a difuminar la línea que separa el interior del exterior, el proyecto que hoy descubrimos, ubicado en un pueblo cerca de Moscú, se ha diseñado de una forma distinta: de dentro hacia fuera, haciendo que el jardín formase parte de la estructura. “Todo está equilibrado como en un organismo vivo. El espacio externo está entretejido con el interior del salón, el dormitorio y las otras estancias, lo que mejora la continuidad del flujo mutuo del paisaje hacia el edificio y del edificio hacia el paisaje”, explican desde Niko Architect. el estudio de arquitectura ruso encargado del proyecto.
La zona de día se divide en tres espacios: una cocina-comedor, un área abierta con chimenea y una zona para el café. La cocina está visualmente independizada de la sala de estar principal por un separador de ambiente con un hueco redondo, apostando una vez más por las curvas y, según Stanislav Nikolaev, encargado dele studio, “siguiendo el simbolismo clásico en la cultura japonesa”. Los círculos siguen formando parte de la estructura de la casa con elementos como las claraboyas integradas en el techo-jardín.
Cada mueble se interpreta como una obra de arte. La decoración, las obras de arte, esculturas y elementos decorativos están integrados de una forma que nos recuerda a una galería de arte que juega con las formas orgánicas de las paredes y del acristalamiento panorámico. El uso del blanco y negro aporta un estilo sofisticado al diseño interior de la casa, dejando que el color verde del jardín que rodea y forma parte de la propiedad aporte ese toque de color al proyecto.
El jardín forma parte del tejado, haciendo que este original diseño juegue con ser una extensión natural de él con base arquitectónica futurista, sin entrar en conflicto. “La composición de la arquitectura se desarrolla libremente. La idea de conveniencia funcional prevalece, que se basa en la adaptación armoniosa del proyecto a las condiciones de su existencia” concluye el estudio.
