Definir las fases de un proyecto de diseño de interiores es una de las primeras tareas que se debe llevar a cabo.
Es importante asociar una fecha a cada una de estas fases, para saber si el proyecto está bien encaminado cuando se realice el seguimiento: si una fase se alarga más de la cuenta, se podrá detectarlo en el acto, realizar un análisis global para averiguar qué ha provocado el retraso, y darle una solución.
Cuando te encuentras ante un determinado espacio, por ejemplo, una vivienda o proyecto de vivienda, lo primero que debes hacer es recopilar toda la información posible sobre el proyecto.
Ya con todos los datos en tu poder, es hora de crear el concepto. Es decir, definir la idea que, a estas alturas, ya es probable que tengas en mente para el proyecto de interiorismo. Esta es la parte en la que se da forma a todo el proyecto, y es en la que se desarrolla una primera propuesta para consensuar con el cliente.
Una vez que el cliente ha revisado toda la documentación creada durante la fase de generación del concepto del diseño, y le haya dado su visto bueno, se podrá entrar en la fase del anteproyecto.
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