Alfombras en la salas, en el dormitorio o la cocina. Idénticas o de diferentes materiales, tamaños o colores. Juntas, separadas o superpuestas...
Estas dos alfombras comparten idéntico material, fibras naturales, y diseño redondeado aunque difieren en tamaño y forma. La grande rectangular se ha utilizado para enfatizar la zona de estar mientras que la pequeña circular sirve para delimitar el salón del comedor. Ambas se coordinan a la perfección, posiblemente esta sea la forma de combinación más sencilla y efectiva.
Es una opción arriesgada pero saldrás airosa si combinas ambas alfombras en una gama cromática armónica. En este dormitorio se ha colocado a los pies de la cama una alfombra de fibra natural que aporta frescura mientras que a los lados se ha optado por un modelo de pelo corto en un verde suave, a juego con la ropa de cama.
En suelos de colores neutros, la alfombra se convierte en punto focal. Elige un único diseño que acapare todas las miradas. ¡No admite competencia! En este comedor se eligió un modelo de rayas en tonos vibrantes y en lugar de ocultarla bajo la mesa se optó por sacarla fuera.
Te encanta la tendencia de decorar los suelos con alfombras superpuestas. Pero ¿cómo acertar al combinarlas? Elígelas de diferentes texturas, pueden compartir la misma gama cromática para crear equilibrio o no, si lo que buscas es el contraste. En esta estancia se optó por juntar dos alfombras distintas en tamaño, tejido y diseño, con lo que la de arriba, de pelo corto y estampada destaca sobre la abajo, de pelo largo y lisa.
© 2024 Dossier de Arquitectura, Todos los derechos reservados