La propuesta privilegia la vista al mar desde todos los ambientes sociales, y desde la habitación principal.
Esta es una casa que se organiza en tres niveles: dos pisos sobre la vereda con vista al mar y un sótano. Cada uno tiene un uso y aspecto diferenciado y el eje ordenador de la casa es la caja de la escalera que hilvana los tres pisos.
El primer nivel cuenta con un garaje con espacio para dos camionetas, depósito de bicicletas, gas y basura; una sala de estar, que sirve también como habitación adicional de huéspedes; un baño de visita completo; una cocina integrada o abierta hacia el área social y la escalera principal de la casa. Dos gradas abajo, está el área social, la sala y el comedor a doble altura. Atravesando el área social, y abriendo mamparas de piso a techo, se puede llegar a la terraza, al área de parrilla, y al final del recorrido a la piscina, a lado de la cual se emplaza la escalera de descenso a la playa.
En el sótano hay dos habitaciones para huéspedes cada una con una capacidad para una familia de 4 personas, con un baño propio en ambos casos. Además, se dispuso un área de lavandería, ubicada bajo el deck de la terraza, a través del cual se ilumina y ventila. También en este nivel, se encuentra un cuarto para empleados y un baño. Asimismo, la escalera principal le otorga un hall de distribución, para mayor comodidad de los huéspedes.
En el segundo piso se encuentra la habitación de los propietarios, y las dos habitaciones de sus hijas, cada una con un baño propio. Los cuartos de las niñas se sitúan en la fachada posterior y cuentan con un balcón común con vista al mar de la playa vecina. Por otro lado, la habitación principal cuenta con una terraza, constituida por una estructura metálica adosada a la estructura principal, pensada para enmarcar la vista a los peñones de la playa. El volumen del balcón, cuya composición incluye pisos y cielos rasos de madera machihembrada, sirve además como estructura del techo sol y sombra de la terraza.
La propuesta de materiales en la fachada se alinea con el diseño de los volúmenes y pisos de la casa. Cada piso tiene características de un volumen distinto entre sí, distinguiéndose marcadamente por sus propias texturas y color. De esta manera, el nivel del sótano se propone con un enchape en piedra en tonos grises claros, y con las ventanas cubiertas por celosías de color blanco, mientras que en el primer piso se ha trabajado más la transparencia del volumen en contraposición a las texturas de madera vertical. En el último piso, el volumen blanco de muros tarrajeados es mucho más notorio y cerrado, lo cual responde a la privacidad de los usos.
Cabe resaltar, que el proyecto combina texturas grises en pisos, el color blanco en fachada con acentos de madera, colores negro y turquesas. Los materiales responden no solo a temas reglamentarios, sino a la transparencia que cada uso debe tener, en virtud de su nivel de privacidad.
