En las oficinas de Manhattan de la marca de belleza Glossier, que el arquitecto neoyorquino Rafael de Cárdenas diseñó para evocar el color de rosa de la empresa, se encuentran tonos rosas pálidos y acentos rojos.
De Cárdenas y su estudio Architecture at Large crearon los interiores para la sede del SoHo de Glossier, una compañía de belleza de contacto directo con el consumidor fundada en 2014 por Emily Weiss.
La marca es popular por su bolsa reutilizable de color rosa hecha de un envoltorio de burbujas y una construcción con cierre de cremallera, y utiliza la marca en tono rosa en general, a la que el equipo se refirió para la decoración.
“La firma de la marca, rosa y rojo, se aplica con moderación: en la tapicería de un sofá, por ejemplo, o en las vívidas encimeras de Corian del tocador”, dice una descripción del proyecto. “Los delicados tratamientos cromáticos sirven tanto para unificar como para variar el espacio general de la sede central: dominan los tonos pálidos y ópticamente sutiles”.
Con una planta completa, la distribución se basa en un bloque central de oficinas privadas. El espacio también incluye una recepción, un área de escritorio abierta, salas de reuniones, una cocina y un baño, y un salón con muebles modulares que permiten la variación en el lugar de trabajo.
