Muebles de origen ético, textiles libres de químicos, iluminación adaptada a los ritmos circadianos, aromaterapia, purificadores de aire... Todo en esta casa está pensado para el bienestar de sus habitantes.
Los estándares de lo que se considera una casa perfecta están cambiando. Antes se daba más importancia a disponer del máximo espacio y muchos se animaron a cerrar las terrazas. Ahora se valora contar con un espacio exterior, por muy pequeño que sea. Las estancias ya no se destinan solo a un uso y somos más conscientes de lo dañina que puede ser la luz azul y cómo ciertos avances tecnológicos han llegado para mejorar nuestra casa. Esa es la clave del trabajo de Andrea Kantelberg: crear espacios que respeten la Tierra utilizando el diseño de interiores como una plataforma para la mejora global. Partiendo de esta idea fundó Evolved Living, una empresa con sede en Toronto que diseña viviendas donde anteponen la salud y el bienestar físico y mental. El proceso sigue una metodología cuantificable que selecciona materiales teniendo en cuenta la salud y la sostenibilidad, y ha sido materializado recientemente es un primer proyecto: Wellington.
Para conseguir esa buscada sensación de calma, Andrea comenzó estudiando los contaminantes del aire, la calidad del agua, el aislamiento acústico y la cantidad de la luz natural a lo largo del día. En esta nueva forma de diseñar "Evolved Living adopta un enfoque holístico hacia un futuro más saludable para los clientes y la Madre Tierra", nos comenta su fundadora.
Fuente: Elle Decor
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