Te proponemos las últimas tendencias para convertir tu casa en un gimnasio personal sin perder un ápice de su esencia decorativa.
MÁQUINAS DE GIMNASIO = DECORACIÓN
Un tópico está naciendo en la comunidad de diseñadores y arquitectos. El gimnasio en casa ya no es una composición auxiliar que integramos dentro de nuestro hogar como parte de un recurso de ocio diario, sino una pieza alrededor de la cual gira toda la apuesta estética. Todo debe encajar con las cintas de correr, la bicicleta estática, la elíptica o la estación de musculación.
ADIÓS A LOS TOSCOS SUELOS DE MADERA: DALE LA BIENVENIDA A LA MOQUETA
En vez de apostar por la tradicional rudeza del suelo de madera, con sus múltiples grietas, crujidos y poca absorción del ruido ambiente.
“Cuando vas al gimnasio -declara- tienes moqueta. ¿Por qué no lo tendrías en tu propia casa? Yo tengo una moqueta de un tono rosado claro en mi loft. Mi suelo me aísla del ruido de los vecinos porque es acústico. Es suave. Es cálido. Te sientes bien cuando andas sobre él. Y cuando entra gente a mi casa y pasa encima de él, se mantiene silencioso”.
MÁQUINAS PARA ENTRENAR CONECTADAS CONTIGO
Sabemos que las máquinas pueden ser rudimentarias y arcaicas como una enciclopedia de cuarenta tomos.
“Cuando usas un equipamiento, deberías comprender su funcionamiento inmediatamente”, apunta, “he probado muchas cintas de correr y muchas veces no he conseguido parametrizarlas en función de mi altura y mi peso. Estas cosas deben ser fáciles de usar porque sino los consumidores podrían rechazarlo”.
Fuente: AD
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