Los cerramientos de cristal se han convertido en un recurso infalible para llevar luz, amplitud y mucho estilo a cualquier espacio. Pero esas no son las únicas razones por las que los amamos. Si dudas en instalar uno, estas ventajas te convencerán
Es una de las grandes razones por las que amamos los cerramientos de cristal: y es su capacidad de llevar luz a espacios que, de otra manera, quedarían privados de ella. Esta cocina es un buen ejemplo: al abrirse un cerramiento acristalado en todo el perímetro, disfruta de muchísima más luz natural, a la vez que la cocina se integra en la zona de día de manera estilosa.
Los cerramientos de cristal son idóneos para toda la casa, pero donde se han convertido en un must es en la cocina, porque dan mucho juego. Permiten abrir este espacio a la zona de día diluyendo los límites espaciales entre ambas zonas, pero a la vez, preservas de humos y olores el salón cerrando el cerramiento sin con ello renunciar a la luz o al contacto visual. Si, como aquí, quieres restarle protagonismo al cerramiento, píntalo igual que las paredes.
Donde debía haber un muro que separara cocina y comedor, las decoradoras Cris Afán de Ribera y Loreto Balbuena idearon este cerramiento acristalado a modo de pared. Una solución que, además de llevar luz a ambos espacios, los comunica visualmente, relacionándolos e integrándolos.
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