El interior del restaurante Veneno, en Guadalajara, México, parece emerger directamente desde la tierra.
Entre tanto interiorismo minimalista, de líneas rectas, sofisticados acabados metálicos y de más tendencias, hay un estilo que vuelve poco a poco a conquistar nuestras casas y, sobre todo, los locales. Lejos ha quedado el mobiliario hecho a base de palets que veíamos en restaurante sí y restaurante también. Ahora toca abrir paso a una tendencia en auge que nos recuerda que lo tradicional tiene algo especial que debemos rescatar.
Bajo esta premisa, Pragma Estudio y Javier Monteón han apostado por un diseño que nos recuerda a una cueva erosionada para el restaurante Veneno en Guadalajara, México. "El concepto parte de fusionar referencias de la tradición en la cocina y mixología mexicanas (en particular las del Norte del país), las gamas tonales del desierto y el carácter de las haciendas", nos comentan desde el estudio. Y para ello han optado por los tonos tierra como hilo conductor que combina perfectamente con el color natural de la madera y las formas irregulares con bordes suavizados.
Estas formas orgánicas en los muros (que funcionan como divisiones que generan ambientes independientes entre los grupos de mesas), en las estanterías y en el mobiliario consiguen un efecto de nacer de la misma tierra.
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