Una casa moderna, abierta y acogedora, que combina el color del año con los cálidos tonos de la madera y el cemento.
Entramos en un apartamento en Juiz de Fora, Minas Gerais (Brasil), que ha apostado por los tonos cálidos que aporta la madera, combinándolos con el color Pantone del año, el Classic Blue. La arquitecta Fernanda Rubatino necesitó cuatro meses para transformar esta casa de 308 metros cuadrados. Con modernos interiores acristalados que dejaban a la vista estructuras metálicas y elementos de cemento, Fernanda siguió con el mismo estilo para decorar los interiores donde las líneas rectas se convierten en el elemento fundamental.
La casa contaba con mucha iluminación natural gracias a las cristaleras del salón que dan a un jardín privado. En el espacio principal, abierto y con dos alturas, encontramos el salón, que se une con la cocina y el comedor; espacios que se unen gracias al suelo de mármol oscuro que recorre la planta baja.
Sobre este telón de fondo con toque oscuros y tonos tierra, la cocina en un llamativo classic blue llama nuestra atención. Todos los gabinetes han sido pintados con el color del año y combinados con el mármol de la encimera y los tiradores en cobre dando cierto aire provenzal. Los tonos metálicos de negro, cobre y oro en los detalles se han convertido en un rasgo del trabajo de Fernanda.
Una mezcla de texturas naturales, como el cuero, la paja o el lino, contrastan con la paleta de colores que combina los tonos tierra y madera en el resto de estancias. En la iluminación de la habitación, se trabajó el riel para conseguir un estilo más urbano y contemporáneo. En cuanto al mobiliario, Fernanda Rubatino destaca el diseño brasileño con piezas de Ronald Sasson y Mula Preta Design Studio con las que consigue crear una atmósfera contemporánea.
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