Castelnau-le-Lez es una ciudad situada cerca de Montpellier, en el sur de Francia, con un clima mediterráneo muy suave. La nueva urbanización Prado Concorde a orillas del río Lez, a la entrada de la ciudad, combina viviendas colectivas, instalaciones para estudiantes y comercios en torno a un jardín en forma de valle.
La arquitectura sitúa sistemáticamente un lugar destacado en las extensiones externas de la vivienda para que los residentes puedan aprovechar al máximo los beneficios del clima. Una verdadera habitación al aire libre aumenta la sensación de habitabilidad de cada celda residencial, como un espacio habitable donde todos tienen su propio árbol y sombra a la hora de comer.
Para lograr este objetivo, el proyecto explora un concepto innovador de un gran balcón, cuya geometría triangular con sección transversal retoma esfuerzos a través de voladizos alineados con el contenedor del árbol incorporado en su parte más gruesa. Este componente de hormigón prefabricado de alto rendimiento se mueve sistemáticamente entre los pisos para permitir suficiente aire para el crecimiento de cada árbol.
Las ventajas de estos balcones van más allá del uso práctico. La disposición entre sus desplazamientos e inversiones y la combinación de prismas triangulares superpuestos aportan movimiento y ligereza a la fachada.
Fuente: ArchDaily
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