Materiales, muebles, colores, distribución... Te damos las mejores ideas para decorar bien una casa de vacaciones: cómoda, fresca, bonita y fácil de mantener.
¿Cuál es el fin de una casa de vacaciones? Descansar en ella. Así que, como base fundamental, un apartamento en la playa ha de ser cómodo. Muy cómodo. Y la decoración tiene mucho que decir al respecto. Lo primero es disfrutar de una distribución adecuada para la familia, en la que cada uno cuente con su espacio. Ha de prestarse especial atención a las zonas comunes, que tanto se van a usar, desde el jardín o la terraza bien decorados al salón y comedor. Por ejemplo, una distribución fluida potencia la socialización, por lo que las casas vacacionales constituyen el sitio perfecto para lanzarse a tirar tabiques y abrir la cocina al salón.
Para amueblar el piso en la playa se han de busca piezas sencillas, versátiles y multiusos, que se adapten a las visitas, idas y venidas de amigos, etc. Apúntate a las literas, asientos tipo sofá cama, mesas extensibles... Para que, sin grandes cambios, la casa se amolde a diferentes circunstancias.
Y, si de comodidad y descanso estamos hablando, es primordial elegir materiales resistentes y de fácil limpieza y mantenimiento. Una vez sentadas unas buenas bases, la decoración ha de ser inspiradora, relajante, fresca y sencilla. ¿Cómo conseguirlo? Siguiendo estas sencillas claves.
Colores fetiche
Tonos claros, el mantra fundamental de todo buen manual decorativo playero. Ponen frescor, visual y real. Puedes moverte en una amplia gama de cremas, arenas, piedras... y blancos. Porque blancos hay muchos y siempre quedan perfectos. Si optas por un conjunto solo blanco y matizado con los materiales de algunas piezas–madera, fibra natural, etc.– resulta muy potente y acertado. Pero te sugerimos que introduzcas otros tonos en contraste. Siempre socorrido y nunca pasa de moda el clásico estilo navy, el look marinero de toda la vida, que replica con el juego blanco y azul los colores de la playa por excelencia: luz, mar y cielo. Rojo y blanco, también muy refrescante, o partir de los crema y derivar hacia una cálida gama de colores tierra y ocres.
Los materiales
Naturales, de tonos claros y, sobre todo, resistentes y de fácil mantenimiento. La madera clara, las fibras como la rejilla, el mimbre, el ratán o yute siempre aportan frescura, son materiales económicos y de estética conjugan perfectamente con la línea buscada en una casa en la playa. Ponen ese punto marinero y de estilo colonial con el que acertarás y, además, es un clásico que no pasa de moda. En cuanto a los textiles vale la misma premisa: naturales. Lonetas, algodones, linos... Huye de los tejidos sintéticos que dan calor nada más verlos.
Los detalles
La norma minimalista de que menos es más no ha de perderse de vista en las casas de veraneo: pocas cosas y funcionales. Pero algún que otro adorno pone personalidad en los ambientes. Quedan perfectos de toques de inspiración marina o náutica, las conchas, los cuadros de barcos, etc. Un guiño al lugar en el que pasas las vacaciones, una evocación al frescor del mar y a su gran belleza. También, como homenaje a la región en la que se encuentre la casa, introduce algún elemento típico de la zona; la artesanía local es siempre un valor seguro con alma y carácter.
Los esperamos este 24 y 25 de agosto en el curso online “Diseño y remodelación de casas de playa”, dirigido por el arquitecto Bruno Ferreccio. Informes e inscripciones: https://bit.ly/2VsMMCB
Fuente: Elle Decor
© 2024 Dossier de Arquitectura, Todos los derechos reservados