Un proyecto pensado y desarrollado para una familia joven por la diseñadora de interiores Ingrid Mamani.
El proyecto comienza en el hall de entrada, donde nos da la bienvenida un gran espejo que genera mucha luz y amplitud, y nos guía hacia el área social. Las texturas de la sala y el comedor, enchapadas en las paredes y acompañadas de la iluminación, nos brindan una atmósfera moderna y cálida.
Por otro lado, el selecto mobiliario con toques de madera y poliuretano es el elemento clave que aporta ese toque de elegancia, complementando de manera eficaz e increíble este proyecto.
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