Una casa lujosa, tecnológica y adaptada al medio ambiente. Así es el ambicioso proyecto del arquitecto Jean-Pierre Lott en Mónaco.
El calentamiento global ya es un hecho, se están empezando a tomar medidas y un excepcional ejemplo de ello es este proyecto, Villa Troglodita, que nos hace reflexionar sobre las energías, la relación del ser humano con la naturaleza y lo que podría ser la vivienda del mañana. Jean-Pierre Lott es el arquitecto responsable de hacer realidad este ambicioso proyecto. Construida en la roca natural de Mónaco, se inspiró en la idea de una gruta, haciéndonos recordar cómo vivían nuestros antepasados en las cuevas.
El desafío consistía en adaptar la casa al paisaje, creando el espacio a partir de la roca y no a través de la construcción. Para ello, se hizo una fractura en la roca que abarcara toda la altura del exterior y de esta forma puede acceder a la vivienda tanto la luz como sus inquilinos y, a su vez, se organiza a su alrededor todas las habitaciones de la casa. En la planta baja se mantiene la roca existente, mientras que en los niveles superiores se simula con una textura similar a la roca real. Se accede a la vivienda desde la planta baja a través de una pasarela con vistas a la piscina, brindando una espectacular perspectiva de toda la casa.
Su aspecto puramente arquitectónico va acompañado de un diseño que garantiza un ambiente seco y cómodo, llamado arquitectura bioclimática. La dependencia de las energías renovables de las que dispone como la geotérmica y la solar, hace de Villa Troglodita uno de los más altos estándares ambientales en cuanto a viviendas.
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