Las mujeres han sido miembros cruciales en la comunidad del diseño, creando propuestas innovadoras y trabajos inspiradores en los campos de la arquitectura, la planificación urbana y el diseño. Sin embargo, y a pesar del reciente crecimiento de las organizaciones y movimientos de mujeres, sus contribuciones aún siguen siendo cuestionadas, comparadas o menospreciadas.
Metropolis Magazine realizó un repaso de la historia del feminismo en el campo de la arquitectura, arrojando a la luz y señalando los momentos clave en los cuales los defensores de los derechos humanos fueron testigos de un progreso sin precedentes, como así también de los momentos de retroceso en los que se perdieron las ventajas adquiridas.
Aunque en las últimas dos décadas el número de mujeres arquitectas ha aumentado notablemente, su impacto dentro de la disciplina sigue siendo opacado por las obras de los hombres. La profesora Despina Stratigakos, de la Facultad de Arquitectura y Planificación de la Universidad de Buffalo, publicó un libro en 2016 titulado ¿Dónde están las arquitectas mujeres? En este libro, la autora planteó una pregunta provocativa para sus lectores, pues se dio cuenta de que hay una riqueza en la historia de las mujeres que no se ve reflejada en los museos o las publicaciones.
Quizás el primer intento por evidenciar la relevancia del rol de las mujeres en la arquitectura fue durante la exposición y publicación de los años 70 titulada “Mujeres en la Arquitectura Americana: Una perspectiva histórica y contemporánea”. El evento fue organizado por la “Architectural League” de Nueva York y su Archivo de Mujeres en la Arquitectura en el Museo de Brooklyn en 1977. La exposición se llenó de mesas de dibujo y condensó presentaciones de mujeres que contribuyeron a la industria tanto histórica como contemporáneamente.
Para responder a la pregunta “¿dónde están las arquitectas mujeres?“, se suele caer en la trampa de mencionar a aquellas mujeres que han tenido que ser excepcionalmente grandes para ser vistas, tales como Zaha Hadid, Jeanne Gang y Elizabeth Diller, con notables obras que las han conducido al estrellato. Las condiciones culturales e históricas, junto con el “star system”, han impedido que la gente reconozca en la disciplina las obras de muchas arquitectas y diseñadoras. Condiciones tales como la discriminación de género y orientación sexual, el racismo, los límites impuestos para acceder a las escuelas de arquitectura, la falta de educación técnica y las responsabilidades relacionadas al trabajo doméstico han obstaculizado históricamente el reconocimiento de las mujeres en el campo de la arquitectura.
