Situada entre la vastedad azul de la playa y la belleza rugosa de las montañas, Casa Suna emerge como un refugio costero sublime diseñado por YDR Estudio. Esta casa de vacaciones en La Ribera, B.C.S., México, combina de manera encantadora la belleza natural del entorno con una arquitectura sofisticada, creando el lugar ideal para un retiro único.
Al llegar a Casa Suna, los visitantes son recibidos por una secuencia de elementos de diseño que marcan el inicio de una experiencia excepcional. Una llamativa pared de cactus guía el camino hacia dos módulos integrados de forma fluida en la estética general: un garaje y una casa de servicio. Pasando estos módulos, un patio desértico a ambos lados del camino central conduce a la casa principal, destacando la integración armoniosa del diseño con el paisaje circundante.
La arquitectura de Casa Suna se caracteriza por el uso de piedra local en las paredes exteriores, que armoniza con la arena del área, y un techo inclinado que dirige la vista hacia el cielo. El diseño en concreto beige y los acentos de madera cálida reflejan el paisaje desértico cercano, logrando una perfecta armonía con el entorno. En el corazón del hogar, un patio circular central actúa como el núcleo social, con una fogata rodeada por un sofá circular que invita a la relajación y a la contemplación bajo el cielo estrellado.
La casa cuenta con seis habitaciones, todas con una paleta neutra, y baños revestidos en mármol travertino que añaden un toque de elegancia. Los espacios sociales se extienden desde la entrada hasta una amplia terraza con vistas a la playa, donde una serie de cubos de concreto escultóricos forman la piscina, el jacuzzi y los escalones que conducen a la arena. Este diseño optimiza la conexión entre la vida interior y exterior, ofreciendo una mezcla perfecta de relajación, lujo y belleza natural.
Casa Suna es más que una casa de vacaciones; es un santuario costero que celebra la conexión entre la arquitectura y la naturaleza, brindando un refugio para disfrutar del entorno sublime de La Ribera.
Fotografías: Luz Imelda Castillo
