Este proyecto se sitúa en un callejón sin salida, lo que crea un terreno en forma de cono, con un pequeño patio delantero que contrasta con un amplio patio trasero que se abre al cañón y a las vistas de la ciudad. La casa se convierte en un pórtico con una entrada discreta y una secuencia de entrada deliberada que revela las vistas gradualmente. Desde el patio trasero, la casa se ve como capas horizontales que parecen emerger del paisaje, mientras que la presencia de la fachada frontal es nítidamente más urbana y vertical.
La dicotomía entre la presencia callejera discreta y la apertura del patio trasero mejora la experiencia narrativa de encontrar la gran espacio de convivencia al entrar en la casa. Este umbral se ve reforzado por la articulación de dos paredes verticales que se pliegan en las superficies del techo para crear un fondo que ancla las cualidades horizontales del terreno.
Al ingresar al ambiente principal, las puertas que forman la pared del patio trasero desaparecen, transformando la sala de estar en una altera secundaria dentro de un balcón cerrado, pero envuelta con el paisaje. Adyacente a la sala de estar, conectado por una de las paredes de vidrio que desaparecen, hay un pórtico cubierto que, de manera similar, mantiene este equilibrio entre el recinto y la inmersión con el exterior.
El pórtico cubierto es el resultado de la geometría cambiante entre los planos de planta baja y el segundo nivel que crean una esquina abierta para la casa. El nivel del porche y la sala de estar se eleva sutilmente desde el plano del suelo, creando una capa de terrazas que extiende los cambios topográficos del paisaje hacia la casa. La cubierta exterior y el paisaje también sirven como extensiones de la topografía creciente, con una piscina de entrenamiento a lo largo del borde del sitio que sirve como otra capa de terrazas.
Tanto en la planta baja como en el segundo nivel, la fachada y los porches acristalados abiertos están orientados al sureste, lo que proporciona excelentes condiciones de iluminación diurna. Los grandes pórticos protegen los espacios interiores de la luz solar intensa en el verano y permiten que la luz del invierno se extienda a la casa para otorgar calefacción pasiva. El nivel superior está dividido por un patio abierto que separa el dormitorio principal de los dormitorios de los niños y se une a la cubierta del segundo piso que envuelve ambos volúmenes.
El balance en la esquina de la casa, suaviza el volumen del dormitorio principal desaparece para maximizar las vistas tanto desde hacia el cañón como hacia la ciudad. Este nivel superior, claramente horizontal, crea otra capa que extiende el paisaje de elevación debajo.
