En el mundo del diseño interior, la tapicería ha dejado de ser un simple revestimiento funcional para convertirse en una pieza clave en la estética, confort y durabilidad de los espacios. Hoy, tanto en viviendas particulares como en oficinas, hoteles, restaurantes o espacios corporativos, la elección de telas y acabados responde a criterios estéticos, prácticos y sostenibles que marcan tendencia.
Paletas neutras, texturas innovadoras
Una de las grandes tendencias actuales es la combinación de tonos neutros –como el beige, gris, arena o blanco roto– con texturas visuales y táctiles que aportan calidez y profundidad. Las telas como el bouclé, el lino grueso o el terciopelo técnico ganan protagonismo en sillones, banquetas, sillas y cabeceras, ofreciendo una sensación acogedora sin sobrecargar visualmente el ambiente.
Tecnología textil al servicio del uso cotidiano
La durabilidad y la facilidad de mantenimiento son factores decisivos en la elección de tapizados, especialmente en espacios de alto tránsito. En este sentido, los tejidos con tratamientos antimanchas, impermeables o de fácil limpieza están en auge, permitiendo que la estética no esté reñida con la funcionalidad. Esta tendencia es especialmente relevante en espacios como salas de espera, coworks, hoteles o comedores.
Tapicería sostenible: belleza con conciencia
La creciente preocupación por el medio ambiente también se refleja en el mundo textil. Cada vez más, estudios de diseño e interiorismo apuestan por telas recicladas, fibras naturales, tintes sin tóxicos y procesos de fabricación responsables. Además de su bajo impacto ambiental, estas telas aportan autenticidad y valor agregado al proyecto.
Rescate de piezas como recurso de renovación
Otra tendencia fuerte es el retapizado de mobiliario existente, tanto por razones de sostenibilidad como por estética. Dar una nueva vida a una pieza con historia, ya sea una silla vintage o un sofá de líneas modernas, permite personalizar los espacios y evitar el reemplazo innecesario. El tapizado se convierte así en una forma de reinterpretar lo existente con un enfoque contemporáneo.