Mario Bellini, Faye Toogood y Patricia Urquiola son algunos de los ocho diseñadores que han renovado la sede de Vogue Italia en Milán.
Para una exposición llamada Life In Vogue, que se presenta actualmente en el marco de la semana del diseño de Milán, ocho diseñadores han puesto temporalmente su propia marca en diferentes oficinas de la sede de Vogue Italia.
Además de Bellini, Toogood y Urquiola, el redactor jefe de la revista, Emanuele Farneti, invitó a Michael Bargo, Antonio Citterio, Patricia Viel, Sabine Marcelis, Muller Van Severen y Quinconces-Dragò.
“Aunque la idea de hacer la vida en la oficina más parecida a la vida en casa ha sido sacudida durante muchos años, nadie ha llegado nunca a presentar la oficina como el objeto de una auténtica intervención de diseño interior”, dijo Farneti.
“La vida en Vogue es un proyecto que da un nuevo giro a las salas de redacción en consonancia con diversos rasgos estilísticos contemporáneos, tal y como los ven algunos de los diseñadores de interiores y arquitectos más renombrados del mundo”, añadió.
El diseñador británico Toogood se encargó de actualizar la propia oficina de Farenti. Ha cubierto las paredes con telas pintadas a mano y decoradas con motivos faciales y ha utilizado su colección de Roly Poly para amueblar el espacio.
La sala se centra en una escultura de cerámica de Toogood, llamada Busto familiar nº 3.
Muller van Severen, formado por Fien Muller y Hannes Van Severen, recibió la oficina de Vogue Talents. Aquí, guardaban libros, notas, regalos y accesorios en las estanterías, pero aplicaban su propio estilo minimalista en el resto de la habitación.
