En un esfuerzo por agilizar el proceso de construcción y minimizar su impacto ambiental, se utilizó una innovadora técnica que emplea paneles prefabricados de madera de pino y celulosa tipo sándwich.
Estos paneles, montados in situ por un equipo reducido de cuatro personas, permitieron erigir la estructura en un tiempo récord de solo cinco horas, a pesar de las restricciones de espacio y el tráfico intenso en la calle de trabajo.
El diseño de la edificación incorporó tablones de madera verticales con uniones ranuradas y machihembradas, lo que facilitó su ensamblaje con una mínima cantidad de tornillos y pernos. En el interior, los paneles se dejaron sin revestimiento para fomentar un intercambio natural de humedad, creando así un ambiente interior acogedor con el aroma fresco y natural de la madera de pino. Además, se aplicó una capa de aceite de lino natural combinado con un 5% de pintura mineral blanca para preservar el color y la calidad de la madera sin comprometer sus propiedades.
La utilización de materiales prefabricados y locales, combinada con la implementación de tecnologías sostenibles como paneles solares en la azotea y una bomba de calor eficiente, contribuyó significativamente a la reducción de la huella de carbono del proyecto. El excedente de tierra excavada se reutilizó como base para el jardín, mientras que el espesor del aislamiento de 40 centímetros permitió una disminución del 50% en los costos de calefacción.
Este enfoque sostenible es característico del trabajo del estudio de la arquitecta Jach, cuyo compromiso con la sostenibilidad, la reutilización de materiales y la innovación en la construcción se refleja en cada proyecto. Además de sus capacidades constructivas, cada edificación diseñada por su estudio incorpora características únicas que reflejan la personalidad y las necesidades de sus habitantes.
