En el corazón de la Roma actual, en la colina del Monte Sacro, se encuentra un departamento que parece transportarnos directamente a los años 20. Este elegante espacio, renovado bajo la supervisión de la arquitecta Manuela Tognoli, es un tributo al art nouveau, un estilo que suaviza las esquinas y dota a la casa de formas suaves y líneas sinuosas, creando una atmósfera atemporal en la Città Giardino, famosa por sus villas de este estilo.
La casa, diseñada para una familia de tres miembros, abarca aproximadamente 110 metros cuadrados y está situada en un edificio rodeado de vegetación, con vistas impresionantes al jardín y al cercano río Aniene. “El objetivo del proyecto era crear un flujo de luz y energía entre la casa y el jardín”, explica Tognoli. Para lograr esto, la distribución original de la casa fue completamente transformada. Se creó una gran sala central con una cocina abierta y acceso directo al jardín. La conexión con la terraza se destaca mediante un doble muro de arcos de hierro y cristal, creando una perspectiva única y elegante hacia el exterior.
Cada detalle en este departamento ha sido cuidadosamente seleccionado para evocar la atmósfera romántica de principios del siglo XX. Desde los arcos suaves hasta las puertas de hierro y cristal, pasando por la paja de Viena y el papel tapiz diseñado por Vito Nesta para CO.DE, cada elemento cuenta una historia. El mobiliario a medida y las obras de arte contemporáneo, como la serie fotográfica Psilocybin de Lara Cetti y las cerámicas de Arianna De Luca, complementan perfectamente el diseño. Este espacio no solo está pensado para deslumbrar, sino que también es altamente funcional, con soluciones inteligentes como un muro de contención de roble y paja de Viena que sirve como armario y zona de servicio. Esta renovación en Roma es un claro ejemplo de cómo el diseño puede transformar y enriquecer nuestra experiencia diaria, combinando elegancia y practicidad en un entorno único.
