El proyecto TINY HOUSE demuestra cómo una arquitectura bien pensada puede transformar un espacio reducido en una vivienda cómoda, luminosa y plenamente habitable. Diseñado por Tamen Arq para my HAUSING, bajo la dirección de las arquitectas Alejandra Vidal Salcido y Bianca Manz, con solo 26 pies (8 metros) de largo, la propuesta replantea la idea de vida compacta a través de soluciones espaciales precisas y una fuerte conexión con el entorno.
Construida sobre un remolque de doble eje, la vivienda combina movilidad y sensación de permanencia. Su envolvente de madera de ingeniería define una imagen cálida y contemporánea, mientras que el interior se abre a la luz natural mediante ventanas cuidadosamente ubicadas. Esta estrategia permite que el espacio se perciba amplio desde el ingreso, diluyendo la noción de metraje limitado y reforzando la relación entre interior y exterior.
El núcleo del proyecto se articula en un ambiente flexible donde el dormitorio y la sala de estar conviven en un mismo espacio. Esta condición, lejos de ser una limitación, se convierte en una de sus principales fortalezas. Durante el día, la cama se transforma en sofá, permitiendo que el espacio se adapte a las distintas dinámicas cotidianas. Las estanterías empotradas organizan libros y objetos personales sin interferir en la visual, mientras que la televisión mural se integra de manera natural, consolidando un ambiente funcional y equilibrado.
La circulación interior se optimiza mediante dos accesos independientes. La entrada principal se desarrolla a través de un porche cubierto que extiende el área social hacia el exterior, sumando un espacio clave para la vida diaria y ampliando la superficie utilizable durante el buen clima. La segunda entrada, conectada directamente con la cocina, facilita los recorridos cotidianos y aporta mayor practicidad al uso del espacio.
La luz natural cumple un rol protagónico en todo el proyecto. El generoso acristalamiento fue concebido para crear profundidad visual y eliminar la sensación de estrechez. A lo largo del día, la luz transforma el interior: por la mañana aporta energía y por la tarde genera una atmósfera cálida y acogedora. Las ventanas enmarcan el paisaje como parte del diseño interior, integrando el entorno al habitar cotidiano.
TINY HOUSE se presenta así como un ejercicio de arquitectura consciente, donde la flexibilidad, la luz y la relación con el exterior redefinen la experiencia de vivir en pocos metros, demostrando que el confort y la calidad espacial no dependen del tamaño, sino de la inteligencia del diseño.
Fotografía: Luis Garcia Castro




