Schiller Projects, un estudio de arquitectura con sede en Nueva York, ha llevado a cabo una impresionante transformación al convertir una antigua casa de carruajes en Brooklyn en una elegante residencia unifamiliar. Lo más destacado de esta conversión es que se ha realizado utilizando métodos de construcción mass timber, marcando así un hito en la arquitectura residencial de Nueva York.
Ubicada en el encantador barrio de Clinton Hill, la casa conserva su fachada de ladrillo rojo original, que data de 1873. Esta fachada ha sido restaurada con gran cuidado, manteniendo las ventanas arqueadas y las puertas centrales de garaje, que ahora lucen un elegante acabado en negro. Aunque las fachadas de ladrillo pueden engañar a simple vista, esconden un interior completamente remodelado.
En la parte trasera de la casa, se encuentra una vista espectacular de una catedral de estilo gótico, visible desde las ventanas de las tres plantas de la vivienda. Los residentes ingresan a través del garaje en la parte delantera de la propiedad y acceden a la cocina y el comedor en la planta principal, que se abren a un encantador patio trasero.
En el interior, una escalera de tres pisos construida con madera laminada encolada se erige majestuosamente a un lado. Lo curioso es que esta escalera tiene una historia propia, ya que incorpora un antiguo pozo de cenizas de carbón que ha sido convertido en un lecho de plantación en su base. La luz natural fluye a través de una claraboya y un puente en el segundo piso, iluminando los peldaños y las barandillas de listones de madera de la escalera.
En la segunda planta de la casa, encontramos un acogedor salón, un práctico lavadero y dos dormitorios, cada uno con su propio cuarto de baño completo. La joya de la corona es la suite principal, ubicada en la tercera planta, que se abre a una impresionante terraza en la azotea a través de un gran ventanal asimétrico y una puerta de cristal. Justo delante de las ventanas, se ha creado un acogedor patio interior para relajarse, mientras que la puerta conecta con la claraboya de la escalera y otro patio.
La sostenibilidad también fue una prioridad en este proyecto. Los paneles de madera utilizados provienen de un proyecto de construcción de dormitorios en Nueva Inglaterra, y los suelos de madera fueron fabricados con madera dura reciclada de las vigas estructurales originales. Además, todas las ventanas de madera fueron hechas a medida por un fabricante local ubicado en el Navy Yard. Este enfoque sostenible no solo añade carácter a la residencia, sino que también contribuye a reducir la huella de carbono del proyecto al eliminar componentes metálicos innecesarios y otros elementos de construcción convencionales.
En cuanto a la paleta de colores, se ha optado por tonos grises en todo el interior, que se reflejan en los armarios revestidos de chapa reciclada, en una pared de ladrillo pintado que recorre el comedor y el hueco de la escalera, y en el baño principal, que presenta elegantes azulejos negros. Esta elección de colores aporta un ambiente moderno y sofisticado a esta excepcional residencia unifamiliar en Brooklyn
