La marca peruana RINNOVATI presenta a RINNA, su nueva asistente digital y rostro creativo. Esta figura marca un hito en la evolución de la empresa, consolidando su compromiso con el diseño personalizado, emocional e inteligente.
Un nuevo rostro para una nueva etapa
RINNA nace como la personificación visual y emocional de RINNOVATI. Con una estética moderna y cálida, representa los valores centrales de la marca: excelencia, innovación y cercanía. A partir de ahora, RINNA acompañará a cada cliente en su recorrido creativo, guiándolo desde la inspiración inicial hasta la entrega final del mobiliario.
Esta asistente digital no solo optimiza procesos, también establece una conexión emocional que refuerza la experiencia del usuario.
Humanizar lo técnico
En un sector donde lo automatizado predomina, RINNOVATI apuesta por devolverle humanidad al diseño. El enfoque de la marca se centra en comprender lo que el cliente quiere vivir, no solo lo que desea ver.
Por ello, su metodología incluye:
Visitas técnicas personalizadas
Modelado 3D de cada propuesta
Asesoría experta en selección de materiales
Supervisión y verificación detallada de calidad
Cada etapa busca asegurar que el resultado final no sea solo funcional, sino también significativo y emocionalmente conectado con quien lo habita.
Diseño que se siente
La filosofía de RINNOVATI parte de una premisa clara: el diseño debe emocionar. Por eso, cada mueble que sale de sus talleres es una obra pensada para integrarse a la vida del cliente. Con RINNA, esta visión cobra aún más fuerza, proponiendo una nueva manera de relacionarse con el mobiliario: desde el afecto, la personalización y la inteligencia aplicada.
Una visión que mira al futuro
RINNA no solo representa una evolución estética, sino un nuevo capítulo en la historia de RINNOVATI. Es una declaración de principios: la tecnología puede tener rostro, y el diseño, alma.
Esta propuesta, presentada oficialmente en el marco de su contenido editorial para DOSSIER, busca abrir el diálogo sobre el futuro del mobiliario en el Perú. Un futuro donde el diseño ya no será solo visual, sino profundamente humano.