En espacios reducidos, elegir el revestimiento adecuado puede transformar por completo la sensación de amplitud y luminosidad. Para departamentos pequeños, la clave está en maximizar la luz y crear un ambiente acogedor sin recargar.
Pintura clara: Los tonos blancos, beige o pasteles reflejan la luz y amplían visualmente el espacio. Opta por pinturas mate o satinadas para evitar reflejos excesivos.
Revestimientos vinílicos: Son prácticos, fáciles de limpiar y pueden imitar texturas como madera o piedra sin agregar peso visual. Ideales para áreas como cocina y baño.
Azulejos pequeños: En baños y cocinas, los azulejos de tamaño reducido o con diseños geométricos aportan dinamismo sin saturar el espacio.
Madera clara o laminados: Añaden calidez y naturalidad, y si son en tonos claros, contribuyen a la sensación de mayor espacio.
Espejos y vidrio: No son revestimientos per se, pero incorporarlos en paredes o muebles puede amplificar la luminosidad y profundidad.
Para departamentos pequeños, menos es más: busca revestimientos que aporten luz, textura y frescura, y evita recargar las paredes con materiales pesados o colores oscuros.
Si quieres descubrir más consejos, puedes inscribirte al siguiente curso con la arquitecta Andrea Benavides, haciendo click aquí.