El principal reto de este proyecto era hacer un restaurante chino de una forma menos literal y más contemporánea, sacándolo del imaginario colectivo de lo que debe ser un establecimiento de venta de comida china.
Por esa razón, empezamos el proceso de diseño de una manera contradictoria; estudiando y entendiendo la arquitectura tradicional china para lograr descomponerla en sus diferentes características, y de esta manera, aplicarlos de diferentes formas.
Siendo así, en primera instancia la pérgola de acceso se retrocede liberando un espacio entre la cerca y la misma, para crear un jardín; un gesto que evoca a la práctica tradicional china de construir complejos o edificios, que rodean propiedades enteras para meter las zonas verdes en su interior. Una vez adentro, se puede entender con facilidad como usamos un basamento en granito blanco que semeja los basamentos en piedra de las antiguas edificaciones chinas, usados como cimientos y sobre los cuales se suspendía una estructura generalmente en madera, que, en nuestro caso, lo recuerda un enchape en pino amachimbrado sobre las paredes. En el techo, un vidrio laminado y reflectivo duplica el espacio, y al fondo, un muro enchapado en azulejos verdes, típico de la arquitectura china, remata un muro con una simetría bilateral, característica de sus antiguas construcciones imperiales. Por último, el baño construido enteramente con granito color gris y blanco, cuenta con un cielo raso hecho con malla metálica evocando el nombre del restaurante: WÙ - Niebla en español.
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