Es un hecho, durante todo este tiempo que has pasado en casa, has pensado mil reformas, has ideado cientos de transformaciones y has tenido decenas de ideas. ¿Por qué no hacer realidad una de ellas? Da un aire nuevo a tu sala cambiando solamente una pieza: el sofá.
ELEGANTE MINIMALISMO
¿Colores lisos y pocos elementos decorativos? Si eres de las que prefieren dar todo el protagonismo al espacio, a la luz, apuesta por un sofá que te ayude a conseguirlo. Este modelo es funcional, sencillo y cómodo, es una invitación a jugar y combinar. Con un concepto extremadamente flexible, se basa en varios módulos que pueden colocarse juntos en infinitas combinaciones o en soluciones pequeñas y simples para adaptarse a diferentes espacios.
ROMANTICISMO SIN SOBRECARGAR
Tonos pastel, morados, fucsias, mullidas alfombras, mesas blancas... Si tu estilo es romántico, femenino, pero sin caer en lo barroco.
EXQUISITA GEOMETRÍA
Te gustan los espacios amplios, poco recargados, con grandes ventanales, sitios en los que tomarte un respiro y rendirte a la exquisitez. De aspecto amable y elegante, es cómodo y sofisticado. Su distinguida silueta se presenta elevada, con patas altas y finas que le dan un aspecto flotante y liviano. Sus líneas envolventes y sus laterales acolchados crean un acogedor refugio para desconectar del día a día.
AIRES RETRO
Si la decoración de tu sala es una clara apuesta por las líneas sencillas, depuradas, y los colores lisos, sin estridencias, dale un plus añadiendo un sofá inspirado en el diseño de los años sesenta- setenta. Mejor, si no llega hasta el suelo, para ganar sensación de espacio y ligereza.
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