Desde su invención en la década de 1920, el hormigón celular abordó la búsqueda de un material industrial que presentara las características de la madera -como su liviandad, capacidad de corte y perforación- y evitara algunas de sus desventajas - como absorción de agua y necesidad de mantenimiento.
Hoy en día, los bloques de hormigón celular curado en autoclave (HCCA) están activamente presentes en el mercado, constituyendo un sencillo y eficiente sistema constructivo. Si te has preguntado cómo construir con estos mampuestos, es pertinente indagar un poco más en las ventajas de este material.
Es un material prefabricado -con aglomerantes (principalmente cemento y una proporción de cal), áridos finos, agua y un agente expansor- que puede utilizarse tanto para construir muros portantes como tabiques divisorios. Al igual que los ladrillos comunes o bloques de cemento, estos funcionan en conjunto al apilarse y al unirse con mortero.
¿Cuáles son sus ventajas?
En cuanto a su comportamiento, presenta un buen aislamiento térmico debido a las cámaras cerradas incomunicadas de aire conformadas por las micro-burbujas incorporadas en la masa.
Esto mismo, permite que el material tenga una alta resistencia a la penetración de agua líquida, ya que la contextura cerrada tiene prácticamente nula succión capilar, otorgando una baja absorción de agua.
Igualmente, esto brinda valores mayores de aislamiento acústico por la reducción de las ondas sonoras en el paso sucesivo a través de las cámaras de aire.
Entre otros, las características del material le otorgan una alta resistencia al fuego, encontrándose dentro de los parámetros de las clasificaciones de resistencia requeridas en numerosas normas internacionales.
¿Cuáles son sus desventajas?
Por la presencia de cal, en la construcción se debe aislar el hierro de los bloque HCCA, ya que existe riesgo de corrosión.
En este tipo de productos, los morteros adhesivos son especiales y estos los proveen sólo los fabricantes.
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