En agosto de 2013, la ciudad de Amsterdam dio el visto bueno para la remodelación de un antiguo almacén debajo de una de sus oficinas en Jodenbreestraat, para convertirlo en una plaza multifuncional. Este plan forma parte del nuevo concepto de vivienda flexible para sus oficinas, que pueden ser densificadas través de la realización de ese tipo de plazas. La firma CUBE es, después de una cerrada competición, fue la elegida para el desarrollo de esta recinto de 530m2. De acuerdo con la ciudad de Amsterdam, tenía que convertirse en una zona atractiva con una apariencia extraordinaria.
La plaza semipública se puede utilizar para trabajar, realizar reuniones, o comer y beber café orgánico, jugos y sándwiches en el bar. También existe la posibilidad de llevar a cabo celebraciones y presentaciones. Los sectores más funcionales del programa se agrupan de manera eficiente en volúmenes simples, de tal manera que forman un espacio abierto para la plaza. La zona del acceso del enorme edificio de oficinas fue reconstruida con una nueva área de recepción y en adición a esta nueva plaza. Aunque la separación normativa de cortafuego del edificio debía ser modificada para la remodelación, era de primera importancia que la conexión abierta entre el acceso y la nueva plaza formara parte integral del edificio.
De esta forma se ha añadido un espacio con la paz y la alegría de un parque natural al edificio. Grandes jaulas de diferentes tamaños con plantas, cuelgan como un dosel entre los troncos de abedul. Los volúmenes verdes colgantes forman un filtro natural. En las paredes se utilizó una impresión de las sombras de las hojas y en el suelo un tono gris-marrón que logra una imagen agreste. El uso consistente de los colores verde, blanco y marrón, trae una cierta calma entre los demás elementos colocados al azar. Esta colocación aparentemente aleatoria de árboles, jaulas de plantas y muebles, es en realidad la distribución precisa en relación con los senderos y la totalidad del proyecto. Los volúmenes contienen espacios adicionales ubicados como cobertizos de madera entre los árboles, estos tienen listones de madera de espesores desiguales que generan una textura interesante.
La vegetación en las jaulas colgantes, que desde el principio fueron una parte esencial del plan y aseguran una buena calidad del aire y una experiencia verde, eran el mayor desafío en el proceso de diseño. Al principio pensamos en un sistema de riego automático, pero al final optamos por colgarlos en 10 polipastos eléctricos, que normalmente se encuentran sólo en los cines. Cada 4 semanas se descuelgan y se les hace una mantención a las plantas hidropónicas.
La sustentabilidad era uno de los principios fundamentales del proyecto, y la reutilización es una parte de ella. Podíamos volver a utilizar parte de las instalaciones, y también para los muebles fuimos a buscar elementos usados a los almacenes de la municipalidad. Las luces colgantes encima del mostrador, y algunas de las mesas y sillas provienen de ahí.
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