La Marina de Empresas está situada en el puerto de Valencia, la Marina Real Juan Carlos I, concretamente, en las antiguas bases construidas para los equipos participantes de la Copa América del 2003.
El proyecto es un ejercicio de reciclaje urbano donde se transformaron 3 de las antiguas bases. Para ello, se introdujo «el alma» de los edificios: una pieza de circulación y relación al sur, con vistas a toda la dársena, que funciona como un gran mirador al Mediterráneo y que conecta dos de estos tres volúmenes.
Debido a la cercanía al mar, se marcó como principal condicionante de diseño el uso de materiales duraderos y resistentes a la agresividad ambiental: el FRP (Fibre Reinforced Plastic). Se trata de un material innovador en el mundo de la arquitectura pero que ha sido utilizado tradicionalmente para la construcción de boyas y embarcaciones. Readaptamos su uso para revestir el edificio.
Con respecto al programa, podemos dividirlo en dos grandes paquetes; el de la escuela de empresarios EDEM y el de la aceleradora de empresas formada por LANZADERA Y ANGELS. El volumen de EDEM, tiene como estructura tan solo una de las antiguas bases. En él se requerían zonas para el uso colectivo, como el comedor, la zona de estudio-biblioteca o el salón de actos, situados en planta baja. En las plantas superiores, P1 y P2, se crean patios alrededor de los cuales se estructuran las aulas de aprendizaje permitiendo que todas ellas puedan gozar de la mejor iluminación natural posible. La privacidad y el control lumínico durante las clases se controlan mediante lamas verticales.
En LANZADERA Y ANGELS, son dos las bases de equipos usadas para conformar el volumen actual. El acceso se produce a través de la unión entre ambas estructuras, así como la comunicación vertical. En planta baja, se sitúan la sala de actos, el comedor, los talleres y una zona de trabajo anexa a estos. En las otras dos plantas superiores, encontramos zonas de trabajo en equipo, iluminadas a través de lucernarios, y despachos para reuniones con carácter privado.
Ambos volúmenes, la escuela y la aceleradora, se relacionan por el intersticio preexistente entre las dos bases de la Copa América y al que se le ha dado un carácter urbano pensado para el descanso. Los respectivos comedores se relacionan y viven de este mismo espacio exterior creando una zona de relación común para los distintos usuarios.
Urbanísticamente, la posición previa de las bases impedía a los ciudadanos disfrutar de este espacio tan privilegiado. El proyecto de la Marina deja pasar al ciudadano y disfrutar de él. Frente al edificio, se disponen piezas prefabricadas de hormigón, en módulos de 1 y 2 metros, generando un juego de volúmenes desplazados que funcionan a modo de bancos y grandes maceteros, y que sirven a su vez de filtro entre el edificio y la ciudad. El frente del mar es devuelto nuevamente a las personas.
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