Exóticos, sugerentes, elegantes... Los biombos vuelven a conquistar la decoración. Aunque los primeros biombos encontrados (siglo III a.C.) se han hallado en China, es Japón el país que más los popularizó a partir del siglo VII.
De hecho, el término "biombo" lo adoptamos del homónimo portugués y este a su vez proviene del japonés "Byōbu" que está compuesto por "Byō" (protección) y "bu" (viento), haciendo referencia a su función principal, evitar que entraran corrientes en las habitaciones, aunque desde el comienzo sus hojas se adornaron con paisajes y cubrieron con materiales preciosos como el pan de oro, el nácar o la laca. El cine terminó de encumbrarlos y logró que se levantaran pasiones por ellos cuando comenzamos a ver estas pantallas en escenas en las que los admiradores de las actrices iban a visitarlas a sus camerinos y ellas se cambiaban en un rincón, detrás de un biombo, colocando sobre ellos las prendas que se iban quitando, dejando mucho a la imaginación del espectador.
Tan exóticos y sugerentes como elegantes, los biombos vuelven a conquistar la decoración. En algunas ocasiones los vemos ocultando espacios o dándoles privacidad.
1.- Un biombo con un paisaje es perfecto para situarlo detrás de un sofá. Además de aportar un toque arty muy elegante dará profundidad al espacio.
2.- Coco Chanel estaba obsesionada con los biombos Coromandel y tenía muchos en su piso parisino. Varios de ellos hizo que los colgaran de las paredes del recibidor creando una especie de panelado.
3.- Telon de fondo, si quieres hacer un bodegón en tu casa, además de peanas y esculturas, un buen biombo puede ayudarte a dar altura (física y de estilo) a la composición.
4.- Colocar un biombo junto a una mesa de comedor, como hizo la interiorista María Santos en este, tiene muchos beneficios. Por un lado, es la ocasión perfecta para aportar un toque artístico gracias a los motivos de sus hojas. Por otro, te permitirá esconder los muebles y accesorios de servicio durante las comidas y cenas.
5.- Hazte con un biombo con formas sugerentes y materiales reflectantes y crea un espejo escultórico en tu recibidor.
6.- Si no quieres que al pasar delante de una habitación sin puerta te vean, coloca frente a la entrada un biombo y crea un pasillo.
7.- Aunque no parezca el mejor lugar para ponerlo, un biombo puede ser muy útil si tienes una cocina abierta. Detrás de él puedes ocultar la zona menos apetecible (la más desordenada) y dejar que los ojos de tus invitados solo puedan posarse en las delicias que has preparado.
8.- Si están tapizados, los biombos además de dar privacidad visual, aislarán acústicamente una habitación.
9.- Colocar un biombo en la entrada del baño en suite de un dormitorio. Además de dar intimidad a ambas estancias, es perfecto para cambiarse antes de meterse en la cama.
10.- En el baño, ideal para dejar la ropa antes de disfrutar de un baño relajante.
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