Arquitectura

Los tres elementos esenciales para entender el lenguaje arquitectónico

Para entender el lenguaje arquitectónico debemos enfocarnos en tres elementos importantes: el estilo según el período, la tipología del edificio y los materiales estructurales

El “lenguaje arquitectónico” es lo que utiliza esta profesión para expresar sus ideas y conceptos. Con el tiempo se ha perfeccionado su uso, el cual se basa en códigos y símbolos gráficoss.

Para comprender el lenguaje arquitectónico es importante entender tres elementos: El estilo según el período, la tipología del edificio y los materiales estructurales.

El estilo según el período

Es lo que más cuestionamos cuando vemos un edificio. Lo primero para saber el estilo es preguntarnos cómo son sus columnas, si tiene arcos, si se vislumbra alguna cúpula, las formas de sus puertas y se sus ventanas y cómo está decorado. Estos componentes permitirán saber qué estilo es y se podrá clasificar. Es importante notar si el edificio tiene arcos, si son de medio punto u ojivales; apreciar si las ventanas son grandes o pequeñas; si la decoración es muy cargada o muy simple; si sus líneas son muy orgánicas o muy rectas.

La tipología del edificio 

Este es el concepto más fácil de identificar en el lenguaje arquitectónico. Consiste en saber qué y para qué es.

Algunos ejemplos son: Iglesias se identifican con facilidad, lo mismo una casa, un palacio o un pabellón. Si a simple vista dudamos, podemos preguntar qué es y, probablemente, en segundos obtendremos la respuesta. Esta tipología es fundamental para saber la vocación y razón de ser de cualquier obra.

Los elementos estructurales 

Los materiales son la última pieza que necesitamos para comprender la historia completa del edificio. El concreto, el acero, la piedra o el barro nos hablan de un período, de un avance tecnológico e incluso del poder económico detrás de una edificación. Sin la piedra las catedrales barrocas europeas no pudieron haber existido o sin el acero, los rascacielos que amamos de Nueva York no se hubieran creado, incluso si el vidrio no se hubiera inventado no podríamos ver las grandes fachadas que se diseñan hoy en día.