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Lo que SÍ y lo que NO debes hacer al trabajar un render

Arquitectura

Lo que SÍ y lo que NO debes hacer al trabajar un render

Publicado hace 3 años

Si estás diseñando un proyecto, estos do’s y don’ts te ayudarán a desarrollarlo más fácilmente.

Uno de los pasos más importantes previo a la construcción de una obra es la creación de un render. Éste es el comienzo —casi— palpable de un proyecto y por ello debe tener toda tu atención, en especial a los detalles que lo conforman o de lo contrario, es sólo un boceto que no te permite mostrar la genialidad de tu creación.

Sin embargo, hay cosas que sí debes hacer y otras que no para tener el render más impactante de todos, ése con el que los espectadores podrán sentir la intención real de tus espacios. Sigue estos consejos y realiza un render mucho más entendible y fascinante.


Regla de los tercios
Piensa como fotógrafo y divide tu render en tres partes verticales y tres horizontales. Así crearás nueve recuadros. Procura que las imágenes más importantes recaigan en los cuadros 4, 5, 7 y 8. El resto de los cuadros sirven para distribuir los demás elementos y así tendrás perfectamente bien distribuidas las escenas que quieres mostrar.

Cuenta una historia
Un render se realiza, principalmente, para que los espectadores entiendan el concepto de una construcción y así conectarse con el espacio, aunque no exista físicamente. Por ello, es importante crear renders que narran la idea general destacando las características más importantes y relevantes en orden, ya sea cronológico, de importancia o por gusto, pero que se mantenga.

Las tomas ni tan abiertas, ni tan cerradas
Coloca la toma principal frente a un ojo humano, es decir, desde una altura promedio que le permita ver al espectador un espacio sin detalles muy precisos, o sitios muy amplios y ambientales. Se trata de entender un lugar y sentirse a gusto en él, pero igualmente, debe mantener la sorpresa de vivirlo cuando esté construido.

La luz es clave
Un render es una representación de lo que verás en vivo, por ello, se debe buscar que la posición del sol sea una “réplica” de la realidad. Haz que el sol entre por la ventana o por los espacios abiertos para dar una mejor iluminación, y sobre todo mejor perspectiva de las magnitudes.

No
Poner un solo color
Juega con degradados y colores, así como con los tonos. Un render sin color o si profundidad no cumple con su función, así que, si sólo quieres usar un tono, no olvides jugar con la luz natural, interior y ambiental.

Limitarte con lo realista
Puede ser tedioso, cansado y te llevará mucho tiempo, pero es mucho mejor para el espectador, ya que la idea general de tu proyecto se verá plasmada tal cual la visualizas. Trata de poner texturas o elementos decorativos cercanos a lo que planeas, juega con los colores e, inclusive, agrega personajes conviviendo en el espacio para dar una sensación más empática.

Olvidarte del clima
Si bien es algo primordial a la hora de diseñar, no debes olvidarlo cuando realizas un render. Si es un ambiente cálido, procura siempre mostrar el sol o si suele ser frío no te olvides de incluir nubes o iluminación natural más gris o azul para mostrar un ambiente “real” o muy cercano a lo que estás por construir.

Acabados lisos
Nada es completamente plano, tu render tampoco debe serlo. Aplica las texturas y acabados que usarás dependiendo de lo que deseas proyectar. Si no quieres entrar en detalles o no lo ves necesario, aplícalos en el piso, en los techos o paredes para que se note la diferencia y al mismo tiempo, el espectador capte las diferencias que hay entre muros y suelos.

Fuente: AD

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