América Latina es hoy por hoy una región que por sus características climáticas, socioeconómicas y culturales presenta una estructura dinámica del sector de la construcción con más similitudes que diferencias entre los diferentes países desde México hasta Argentina.
Las técnicas constructivas y materiales utilizados por la industria son elementos comunes que se adaptan a la diversidad que nos caracteriza.
El caso peruano es muy representativo de una dinámica constructiva y arquitectónica que favorece la incorporación de sistemas avanzados de ventilación natural y control solar pasivo dentro del concepto de fachada que integra el concepto de piel que respira, que protege, que ilumina y que produce.
El contexto climático del Perú ha permitido durante los últimos diez años la implementación de estrategias bioclimáticas de forma exitosa tanto en el sector comercial, de oficinas, institucional e industrial.
En el caso de la arquitectura la tendencia obligada es aquella dirigida a la sostenibilidad mediante la incorporación de estrategias y dispositivos innovadores que garanticen ahorros sustanciales de energía, confort y mínima huella de carbono. El concepto de fachada dinámica se propone como eje de innovación
El futuro innovador nos plantea dentro de este contexto y nuevas realidades (post pandemia ) retos de diferentes tipo:
El primer reto es la forma como se deben utilizar las herramientas informáticas. Si bien el desarrollo de software ha facilitado procesos que hace 40 años eran difíciles y costosos, no deben desplazar ni sustituir el proceso creativo inspirador del diseño bioclimático.
El segundo reto a enfrentar es el concepto de la calidad de aire interior que está sujeto a condiciones externas no siempre favorables en medios urbanos densos como son las mayores concentraciones de partículas, el ruido proveniente del alto tráfico vehicular y/o inesperadas condiciones y cambios climáticos que hacen referencia, por ejemplo, al calentamiento global.
Por otro lado, una nueva condicionante se convierte en el tercer reto para la arquitectura bioclimática: los desarrollos inmobiliarios que buscan optimizar las inversiones y rentas como en el caso de edificios de comercio, oficinas y viviendas; y la interacción de múltiples ingenierías que reducen la disponibilidad de áreas requeridas por las estrategias bioclimáticas que exigen mayores áreas en la generación de flujos de ventilación natural en sentido vertical y horizontal.
Y finalmente el cuarto reto es el cambio de paradigma frente a las pieles bioclimáticas de la edificación edificación que no deben considerarse como un sobrecosto del proyecto, sino más bien como una generación de valor agregado en el ciclo productivo del mismo. En últimas son más que un elemento protector.
Ya no es el concepto de “la caja de vidrio” sino que es precisamente la piel que protege, la piel que produce, que respira, que ilumina. Es un conjunto de equilibrio sostenible en lo ambiental, estético, energético y económico. Significa, por ejemplo, que los componentes acristalados van de la mano con los componentes opacos integrando, no solamente las fachadas verticales, sino también las cubiertas y los pisos.
¿Cuáles son los dispositivos innovadores?
Los dispositivos multifunción como louvers aerodinámicos nos permiten incorporar ventilación natural en razón a que aumentan la velocidad del aire lo cual implica menor área de aberturas.
Las cajas acústicas de ventilación que permiten tener louver aerodinámico con control de lluvias, caja de control acústico y difusor interior con control de flujo.
El louver arquitectónico de fácil operación y máximo control de hermeticidad que se adapta a los sistemas comerciales de ventanería en aluminio. Pueden ser automatizados o manuales lo que ofrece flexibilidad para el usuario , lo cual es muy importante como soporte a la certificación leed en los temas de calidad de aire interior.
Los louvers cortafuego como parte de torres termo solares y eólicas de extracción de aire en forma, aumentando la descarga de manera laminar a velocidades que representan hasta tres veces mayores y con áreas ocupadas tres veces menores a las de un termosifón tradicional.
Artículo:
Agustín Adarve
Arquitecto Bioclimático
Colombia
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