No es que nos estemos acercando a Halloween y queramos ambiente siniestro. Todo lo contrario: viste tu mesa con piezas en negro y verás qué glamour.
Igual que el LBD (little black dress) –el clásico vestidito negro– es un básico imprescindible de todo fondo de armario, la vajilla negra viene con fuerza para hacerse fundamental el en "fondo de menaje", esas piezas que tiene que haber en toda casa para poner la mesa en condiciones. Quien dice vajilla negra dice cualquier otro elemento del art de la table en color negro ya sea un mantel, una cristalería o, incluso una cubertería. No solo están de moda, sino que también garantizan un resultado final ultraelegante y muy sofisticado, puro glamour. El secreto es saber combinarlo bien. Si no te atreves con un look total black, solo apto para osados, puedes hacer juegos cromáticos en los que el tono oscuro sea el predominante: ya sea el siempre acertado blanco y negro, súper efectista con toque dorados o plateados –con cubertería oro es ¡espectacular!– o con sus acompañantes más fashion, que son los rojos, berenjenas, granates, fucsias... También quedan muy bien con un degradado en su gama, es decir, desde el negro intenso –más fuerte en acabados brillo y más delicado en mate– junto a antracitas, grises más claros, transparencias humo en cristalería, por ejemplo, etc. Prueba y apuéstalo todo al negro, tus recetas resaltarán mucho más.
Fuente: Elle Decor
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