El renombrado estudio de arquitectura e interiorismo Gisbert Pöppler ha transformado una antigua librería en la Karl Marx Allee de Berlín en su nueva oficina y sala de exposiciones. Este emblemático bulevar, conocido por sus edificios diseñados en el estilo del clasicismo socialista de la década de 1950, ahora alberga un espacio donde la historia y la modernidad se entrelazan.
Anteriormente ubicado en el vibrante barrio de Kreuzberg, sobre una hilera de clubes nocturnos, el equipo de Gisbert Pöppler se ha mudado a esta nueva sede, manteniendo y resaltando las características originales del lugar, como las grandes puertas arqueadas y el suelo de terrazo.
El nuevo estudio se ha diseñado para ser un espacio eficiente y multifuncional, combinando la oficina y la sala de exposiciones en un entorno armonioso. A la entrada, se encuentra una zona de trabajo formal equipada con mesas y ordenadores, permitiendo al personal recibir e interactuar con los visitantes desde el primer momento. Las estanterías que antes albergaban libros ahora exhiben muestras de material, paneles de imágenes y otros elementos relacionados con los proyectos del estudio.
Las reuniones se llevan a cabo en una sala adyacente, centrada por la mesa Cherry de aluminio reflectante, una creación exclusiva de Gisbert Pöppler. Más allá, se encuentra la sala de exposiciones, donde las piezas se presentan sobre plataformas enmoquetadas de color púrpura, diseñadas en colaboración con el fabricante suizo de alfombras Rückstuhl.
"La normativa de conservación de este lugar era muy estricta, por lo que nuestras soluciones son poco convencionales", explica el estudio. "Construimos plataformas para definir espacios y resolver situaciones técnicas sin dañar el tejido del edificio".
Además de estos espacios, la oficina cuenta con una zona de conferencias para reuniones de mayor tamaño y un "rincón de literatura" lleno de material de lectura inspirador. Este rincón, pintado en un vibrante tono rosa, contrasta con el resto de la oficina, decorada en un tono azul hielo, para compensar la falta de luz natural.
El estudio también incluye una cocina con armarios blancos y utensilios colgantes, donde el personal puede preparar y disfrutar del almuerzo. Un toque personal lo aporta una cómoda ornamentada, restaurada por el propio Gisbert Pöppler en su juventud, que alberga una colección de vajillas de porcelana de Meissen heredada de su abuela.
En el sótano, el estudio guarda materiales adicionales y los pedidos de los clientes antes de ser enviados, asegurando un flujo de trabajo organizado y eficiente.
Gisbert Pöppler ha trabajado en numerosos proyectos residenciales en Berlín, destacando un apartamento en el barrio de Mitte, diseñado como un "traje a medida" con muebles únicos y accesorios personalizados que reflejan las necesidades específicas del propietario.
Con esta nueva oficina y sala de exposiciones, Gisbert Pöppler continúa consolidándose como un referente en el mundo del diseño y la arquitectura, fusionando creatividad, funcionalidad y respeto por la historia arquitectónica.
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