El equipo de Zaha Hadid Architects culminó con este grandioso proyecto creado en su totalidad por la arquitecta.
Si algo destaca en la carrera de Zaha Hadid es su amor por las propuestas contrastantes que en conjunto resultan en un increíble proyecto. Esto quedó claro hasta el último proyecto de la arquitecta, quien antes de fallecer en 2016, dejó un proyecto inconcluso en el cual se involucró hasta en el interiorismo.
Hablamos del hotel ME Dubai, en el Opus ubicado en el distrito de Burj Khalifa; es decir, en uno de los lugares más lujosos y elegantes del mundo. Este grandioso espacio explora el equilibrio entre lo sólido y lo vacío, puesto que posee un “hueco” en el centro.
De igual manera se mueve en la línea entre lo transparente y lo opaco con cristales enormes que al mismo tiempo son la paredes que rodean y abrazan a la estructura dándole espacio al interior —diseñado en su totalidad por la arquitecta— hasta el exterior que, igualmente, posee una enorme importancia.
El proyecto fue presentado por Zaha Hadid en 2007 y tiene una superficie de 84,300 metros cuadrados divididos en dos torres separadas que se unen en una sola estructura en forma de cubo con un agujero al centro, mismo que crea un vacío con una figura propia, es decir, que en perspectiva puede tener casi cualquiera. En lo más alto se puede ver un puente que las une a 71 m sobre el suelo.
Pero si algo sobresale en el edificio es la fachada curva hecha con vidrio Low-E de 8 mm, una cavidad de 16 mm entre los paneles y 2 capas de vidrio transparente de 6 mm con un laminado de resina PVB de 1,52 mm. La novedad fue haberla realizado a través de una máquina en 3D.
Fuente: Architectural Digest
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