En las colinas de Río de Janeiro, la propiedad de 30 hectáreas cuenta con un hermoso lago rodeado de bosques densos y diversos. Se encuentra a 1.137 metros sobre el nivel del mar y a 125 kilómetros de Río de Janeiro. Fue aquí donde colocamos suavemente las dos casas, sobre tan solo 8 puntos debido a la naturaleza frágil del terreno.
Una de las casas es la vivienda permanente del propietario y la otra, para el uso eventual de su hijo. Por lo tanto, hay 2 casas independientes, pero conectadas por una zona común abierta pero cubierta, con chimenea y horno de leña, un mesón y una zona de estar. La planta baja sólo contiene una sala de música y cine, bodega, vestidor y sala de fitness con sauna.
Lo demás es terreno natural, que desciende suavemente hacia el lago, por debajo de las casas. Por razones de costo, el uso exclusivo de la estructura metálica no fue posible, lo que resultó en una solución mixta de metal y hormigón. En la fachada del lago, en la orientación norte, destacan 3 "paredes de calefacción solar" para dormitorios, mitigando la situación más crítica desde el punto de vista de energía durante el frío invierno de la región.
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