A pesar de contar con una mala reputación en los cuentos infantiles, los edificios de paja pueden ser sostenibles, termoacústicamente cómodos y, sobre todo, resistentes y sólidos.
Se han llevado a cabo varias investigaciones y experimentos con este residuo agrícola, calificándolo como un material interesante para la construcción de muros, con buenas características térmicas, acústicas e incluso estructurales. Además, es un recurso renovable de construcción simple. A continuación, hablaremos sobre las características de este material y sobre como se necesitaría mucho más que el soplido de un lobo para derribar una casa hecha de muros de paja.
La paja es un remanente de la producción de granos, generalmente trigo, arroz o cebada. Después de que se cosecha la parte comestible de los granos, los tallos terminan desechados y habitualmente se queman. Una de las salidas es su compactación en fardos rectangulares, que se pueden apilar y usar como rellenos o incluso como paredes autoportantes, una técnica conocida como el estilo "Nebraska", ampliamente utilizado en el siglo XIX en las llanuras de este Estado. Si bien los fardos pueden soportar alrededor de 900 kg por metro lineal, los bloques de paja de alta densidad, compactados por máquinas, están diseñados para soportar hasta casi 6000 kg/m.
Aún así, es más común usar paja como material de sellado y aislamiento, sumado a otros materiales estructurales, como la madera o el acero. En este caso, la inclusión de una estructura permite la construcción de un techo antes de la instalación de los fardos de paja, protegiendo la pared del daño del agua durante la construcción, tema que revisaremos más adelante.
Como es un material formado principalmente por aire y espacios vacíos, proporciona un excelente aislamiento térmico a la construcción. Se estima que una casa de fardos de paja bien construida puede ahorrar casi un 75% en costos de calefacción y refrigeración [1]. Debido a las variaciones de las especies y la compactación de las partes, es difícil cuantificar exactamente estos datos. Pero se estima que la conductividad térmica de la paja es de aproximadamente 0.07 / 0.09 W/°Cm, que es similar al poliestireno expandido (0.04 W/°Cm), por ejemplo En relación a la inercia térmica, los fardos de paja son equivalentes al adobe y a los muros de troncos. Su comportamiento frente al fuego también es notable. Según algunas pruebas realizadas, se observó que las paredes de paja con yeso de cemento o estuco cumplieron con éxito las condiciones escritas en el Método ASTM E119-05a Fire Tests of Building Construction and Materials.
Fuente: ArchDaily
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