La búsqueda de seguridad en la arquitectura está ligada, entre otros aspectos, a la creación de interiores resguardados que nos permitan realizar nuestras actividades cotidianas cómodamente y sin imprevistos.
Sin embargo, los desafíos involucrados en la protección de las personas y la propiedad han cambiado drásticamente durante los últimos años. Hoy en día, buscamos sentirnos seguros donde sea que estemos, y en una arquitectura cada vez más abierta y transparente, el material de su envolvente se vuelve más y más relevante, especialmente en sus zonas vidriadas.
En primer lugar, debemos observar y comprender las amenazas a las que se expone nuestro proyecto. Algunas amenazas menores no requieren de un vidrio especialmente grueso, sin embargo, el impacto por fenestración, piedras, balas u otros elementos contundentes si exigen un vidrio más resistente.
Por lo general, los vidrios de seguridad son gruesos porque, en caso de impacto, se debe evitar que salten esquirlas o pequeños pedazos de vidrio que puedan dañar a las personas.
Impacto por fenestración
Si buscamos evitar la perforación de nuestros vidrios exteriores, previniendo robos o ingresos no deseados, el vidrio anti fenestración permite retrasar el proceso de perforado y ganar tiempo en caso de una emergencia. Incluso si es agrietado, el vidrio permanece en su lugar y sigue actuando como una barrera. En estos casos no es necesaria la aplicación de un vidrio antibala, ya que puede ser una medida exagerada y más costosa.
Para enfrentar impactos por fenestración, se recomienda la utilización de Dualsafe Plus Burglary, un vidrio multilaminado que puede ser crudo o tratado térmicamente, y que cumple con la norma europea EN 356. Este vidrio permite diseñar piezas acristaladas muy delgadas, que entregan una buena calidad óptica y una alta transmisión de luz, además de un excelente rendimiento al bloquear los rayos UV. Este tipo de vidrio puede ser aplicado en casas, apartamentos, oficinas, talleres, tiendas, joyerías, museos, escuelas, aeropuertos, y otros espacios similares.
Impacto por bala
Al tener que resistir la velocidad de impactos puntuales, el vidrio antibala debe estar compuesto por una serie de capas con distintos espesores y funciones (vidrio multilaminado). El primer vidrio es un poco más delgado y recibe el primer impacto, mientras que el segundo vidrio es más grueso y permite "absorber" la bala. El vidrio se compone, entonces, de dos capas exteriores delgadas a cada lado y de una serie de capas internas de un mismo espesor más ancho, variando así su resistencia. Al absorber y desintegrar la bala, el segundo vidrio queda con la resistencia del vidrio que se quebró primero. Si existe un segundo impacto, el segundo vidrio hace la función del primero y así sucesivamente. Es importante entonces que la última capa nunca se quiebre, evitando el salto de esquirlas que podrían dañar a una persona al interior del recinto.
Cuando se buscan soluciones antibalas, se recomienda elegir vidrio crudo y evitar el vidrio templado. Al recibir el primer impacto, el vidrio templado se transforma en arena (cientos de pedazos pequeños) y pierde su resistencia, haciéndose efectivo sólo frente al primer impacto. Al recibir una serie de impactos, el espesor del vidrio templado pasa rápidamente a cero.
Niveles de Blindaje y normas de clasificación
Si se busca especificar un vidrio antibalas, es necesario entender sus distintos niveles de blindaje. Por ejemplo, en los casos más habituales, un vidrio de nivel 1 (con un espesor menor) podría ser insuficiente, sin embargo, un vidrio de nivel 3 o más (con un espesor mayor) podría ser excesivo.
Para clasificar los niveles de blindaje del vidrio, existen diferentes normas alrededor del mundo, que dependen de la situación de cada país. En Chile, se usan como referencia normas europeas y estadounidenses:
Norma de la Comunidad Europea (DIN EN 1063).
Norma de Underwriters Laboratory en Estados Unidos (UL 752).
Norma del National Institute of Justice de Estados Unidos (NIJ 018.01).
Perfiles de acero antibalas
Al igual que los sistemas resistentes al fuego, un ventanal o puerta acristalada de seguridad debe pensarse como un sistema integral, acompañado de perfiles de acero blindados que incluyan una placa extra de material. En la foto inferior, podemos notar en color gris todas las placas de acero que han sido añadidas para reforzar el perfil.
Como vemos en el siguiente diagrama, donde se compara una sección normal de ventana Janisol y una de Janisol Antibalas, el sistema de seguridad compuesto por perfiles Jansesn no tiene porque tener un aspecto tosco, ya que sus refuerzos son incorporados al interior de cada marco. De hecho, las soluciones antibalas Jansen presentan el mismo aspecto que sus opciones sin refuerzo
Fuente: ArchDaily
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