Descubre cuáles son los cuidados específicos para hacer que tus orquídeas crezcan saludables y de forma abundante.
Una de las flores favoritas para regalar es la orquídea. Sus hojas blancas o violetas son sinónimo de elegancia y buen gusto, mientras que su forma delicada la convierten en un elemento de decoración único para nuestro hogar.
Si estás pensando en adquirir una de estas plantas o te han obsequiado una y no sabes cómo mantenerla, te decimos cómo hacer para tener las orquídeas más bellas en tu casa.
Identifica el tipo de Orquídea que tienes en casa
Dentro de la familia de las orquídeas existen más de 30 mil especies diferentes, sin embargo, el tipo más común de encontrar en viveros y supermercados es el Phalaenopsis.
Mejor conocido como orquídeas mariposas, este género cuenta con 60 especies diferentes provenientes de Indonesia, Filipinas, Australia y Perú. Su nombre viene de la forma de sus flores abiertas similares a las alas de una mariposa; sus colores característicos son el blanco y el morado, y normalmente crece sobre otras plantas ayudándose de sus raíces.
Es muy probable que tu orquídea pertenezca a este género, es por eso que en esta ocasión nos centraremos en los cuidados específicos de esta especie.
Características de la orquídea Phalaenopsis
Antes de comenzar es importante saber cómo se comportan las orquídeas, para así lograr un cuidado más óptimo.
Las orquídeas Phalaenopsis son plantas epifitas, esto quiere decir que viven sobre otras plantas y que se alimentan de ellas. Normalmente viven en la parte alta de los árboles en busca de la luz natural y el clima húmedo. Además sus tallos son cortos y la floración es lateral, característica que hace de estas flores la favorita de muchos.
¿Cómo cuidar las orquídeas en casa?
Como todas las plantas, tu orquídea necesitará agua, luz y sustratos. Lo importante es usar estos elementos a tu beneficio.
La luz adecuada
Como ya sabemos, la orquídea es de origen tropical, esto quiere decir que tiene exigencias muy especificas. Para que el aporte de luz sea similar a su hábitat natura l, te recomendamos ponerla cerca de una ventana iluminada pero cuidando que no reciba luz directa (recordemos que estas plantas viven a la sombra de ramas y la vegetación de los árboles) . Otra opción es colocarla cerca de una ventana con cortinas que filtren la luz.
Antes de colocar tu orquídea en una maceta debes pensar en que las raíces de las orquídeas crecen en la superficie de los árboles, por lo que las raíces también necesitarán filtración de luz para realizar su fotosíntesis.
Modo de riego
La orquídea es caprichosa en cuanto a la cantidad de agua que necesita. En su ambiente natural pasa la temporada de lluvias con grandes captaciones de agua, mientras que en la temporada más seca utiliza la humedad del ambiente y el agua captada en sus raíces para alimentarse.
Si regamos muy a menudo nuestra orquídea, la raíz recibirá una sobre hidratación que pudrirá la planta. Lo ideal sería hacerlo una vez a la semana, con un riego abundante y asegurando el drenaje del exceso de líquido.
Un consejo es hacer pequeños hoyos en tu maceta y sumergirla en agua, para después permitir que el exceso escurra, logrando así una hidratación uniforme. Si vas a aplicar esta estrategia, no olvides cambiar el agua cada vez que cambies de maceta, esto evitará la transmisión de enfermedades.
Temperatura ideal
A menos que sea en un árbol de orquídeas, esta planta no sobrevivirá en exteriores y temperaturas bajas. Su carácter tropical hace que requiera de un temperatura entre los 15ºC y 30ºC. Expertos en el cuidado de plantas recomiendan hacer un cambio de 10 ºC entre el día y la noche, priorizando un ambiente más fresco por la noche. Esto ayudará de manera contundente a la floración de tus plantas.
El tipo de sustrato
Si eres de los o las que no les gusta complicarse, puedes comprar un sustrato especial para las orquídeas. Lo vas a encontrar fácilmente en cualquier vivero o tienda especializada en jardinería. Pero si quieres hacer tu propio sustrato puedes fabricarlo con corteza de pino mediterráneo y corcho, proveniente de la corteza del árbol de alcornoque, como bases; turba blanca, como elemento para guardar la humedad; granulado de arcilla para lograr la ventilación; y una pequeña porción de cál ácida para nivelar la acidez.
¿Qué fertilizante usar?
Utiliza un fertilizante con concentración de nitrógeno, fósforo y potasio para lograr una planta saludable. La concentración de estos elementos dependen de su temporada.
Si la orquídea está es tu etapa de desarrollo, busca un sustrato con niveles alto de nitrógeno; si está floreciendo, añade mayor proporción de potasio y fósforo; y si no está en ninguna de estas dos, balancea los tres elementos.
Te recomendamos aplicar el fertilizante una vez al mes para lograr un resultado óptimo.
Poda y trasplante
Cuidar de forma adecuada tu orquídea resultará en una floración abundante. Cuando llegue el momento de podarla, deberás seguir unos sencillos pasos. Toma la yema ubicada en la axila de las hojas y corta de forma diagonal sin olvidar quitar completamente las varas.
Si tu orquídea tiene pequeñas orquídeas en los tallos, conocidas como keikis, puedes separar esa raíces y plantarlas con mucho cuidado en otra maceta.
Fuente: AD
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