Carolina Roque y Andrea Delgado crean el Refugio del Trotamundos con la idea de diseñar un espacio para desconectarse de la ciudad, incorporando altas dosis de naturaleza. En el camino conocen a Arturo Bullard, un fotógrafo que ama su trabajo, viajar y estar en constante contacto con la naturaleza y así fue que el espacio cobró vida e identidad a través de sus gustos y fotografías.
El refugio es un lugar acogedor, funcional y moderno, la propuesta se ha trabajado en una planta libre, dividida por un volumen revestido en ladrillo que divide lo social de lo íntimo. Con un mix de materiales: piedras, maderas, texturas, iluminación indirecta y buenas dosis de follaje. Lograron combinar diseño con la pasión del trotamundos: La naturaleza.
Pueden visitar este espacio en la última edición de Casacor.
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