En los últimos 10 años, Arequipa ha pasado a ser mucho más que un destino turístico. La Ciudad Blanca se ha convertido en una de las economías más estables de la región sur y se ha consolidado como la segunda economía más grande y dinámica del país. Gracias al importe de la minería, el desarrollo de infraestructura vial y portuaria, y la industria de manufactura, Arequipa tuvo un crecimiento promedio de 5.5% en el 2014 (por encima del promedio nacional). Es este estatus económico que ha llevado a Arequipa a convertirse en un nuevo ‘hub’ empresarial que atrae eventos corporativos mundiales y abre las puertas a un mayor desarrollo inmobiliario, sobre todo en el ámbito hotelero.
En Arequipa se desarrolla anualmente el Seminario de Asesoría Regional (SAR),organizado por Seminarium y Apoyo Consultoría, además de PERUMIN-32, la segunda convención minera más importante de América. Este último evento, organizado cada dos años, generará un movimiento económico de 3 mil millones de soles, y es una gran oportunidad para impulsar el negocio hotelero.
Actualmente, la inmobiliaria Quimera viene desarrollando el City Center Quimera, el primer centro empresarial de uso mixto en Arequipa. Este proyecto ha demandado una inversión de $53 millones y ha de ser entregado en el segundo semestre de este año. El City Center contará con dos torres de oficinas de 20 pisos cada una, un supermercado, departamentos, restaurantes, estacionamientos y una sede 5 estrellas del Hotel Sonesta.
Sin embargo, a pesar de este gran proyecto inmobiliario, estudios del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) demuestran que aún hay una brecha hotelera en la región. Se calcula que, actualmente, Arequipa cuenta con 1,500 habitaciones, en su mayoría en hoteles pequeños y de categoría midscale. El Mincetur estima que la brecha en número de habitaciones al 2017 es de 440, y al 2022 de 860, requiriendo una inversión de al menos $44 millones al 2017 y $85 millones al 2022.
A esta brecha hotelera, impulsada principalmente por el aumento del turismo corporativo y el aumento de la estadía promedio, se le suma el potencial impacto que tendrán las obras de ampliación y remodelación del aeropuerto Rodríguez Ballón. Se espera que el nuevo aeropuerto pueda soportar una demanda de más de 3 millones de pasajeros al 2016, duplicando así su
capacidad actual. Teniendo en cuenta los datos y el escenario a futuro, Arequipa presenta una excelente oportunidad inmobiliaria para desarrollar hoteles prácticos, funcionales y elegantes de categoría midscale y upscale para el segmento corporativo. Sin duda, el posicionamiento de la Ciudad Blanca como el ‘hub’ empresarial del Sur del Perú incita una significativa renovación urbana y hotelera.
Escrito por: Jean Pierre Fontanot.
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