El proyecto para la arena en CasaCor Pernambuco 2018, el colectivo de diseño de interiores, arquitectura y paisajismo más importante de América, fue desarrollado por metodologías de diseño paramétrico que consisten en soluciones de diseño y arquitectura de programación a través de algoritmos computacionales.
Todo el espacio fue concebido como una metáfora relacionada con el árbol, debido a su simbolismo significativo como un elemento natural representativo de la vida y el aspecto lúdico que los árboles traen en la memoria de las personas como escenario de juegos, momentos de descanso y la sensación de confort que proporciona, que afectarán profundamente las experiencias que las personas tendrán cuando estén dentro de la arena.
Además, al analizar la morfología de un árbol, fue posible comprender la particularidad funcional de cada componente para la construcción, que fue fundamental para la ubicación, el piso, la estructura, el techo y la iluminación de Arbor Arena, como el entorno del árbol, la raíz, tronco, copa, flor y fruto.
La Arena Arbor, además de ser un espacio para charlas y debates, se caracteriza por ser un área de permanencia para los visitantes a fin de proporcionarles un lugar para descanso y convivencia debido a su ubicación en un punto central al final de todo el recorrido. Para el interior se usó vegetación de carácter nativo, especies tropicales como açaís y ravenalas para componer el ambiente. Y a fin de predicar la importancia de la sostenibilidad en el proyecto, se conservó la palma de coco existente.
La plataforma de base proporciona estabilidad para toda la estructura y las gradas, formada por módulos que surgen del piso, genera una topografía dentro del espacio. Al igual que las raíces de un árbol, las personas pueden tener la experiencia de poder caminar, trepar y sentarse en él. La carpintería de la estructura hecha en maçaranduba, corresponde al tronco que ofrece soporte a todas las partes componentes de la Arena. Sus piezas están fijadas por vértices de metal y el detalle del marco de ambos pórticos de entrada en acero corten presentan un patrón perforado remitiendo al diseño de la estructura triangular.
El cierre hecho en Super MDF como pirámides de base triangular presenta una variación de alturas en cada una de ellas, que se vuelven más planas cerca de la tribuna y aumentan gradualmente hacia el escenario. Presentan aberturas decrecientes desde la base de la estructura, que están cerradas por cortinas, lo que proporciona una mayor permeabilidad visual y confort térmico al espacio, además de poder filtrar la luz incidente. Para ofrecer protección contra la lluvia, las caras se seleccionaron de acuerdo con la angulación que proporciona la menor acumulación de agua posible.
En su punto central superior, los módulos se interrumpen para insertar una abertura cenital que permite que entre la luz natural, al igual que los rayos de luz que atraviesan las copas de los árboles. Desde el punto central de la copa, recae una escultura luminosa representativa de la flor del Arena, que como escenario de debates y conferencias, remite al florecimiento de las ideas, a la luz del conocimiento. Las cintas de LED incrustadas en los perfiles de madera refractan e iluminan sólo los bordes de la pieza de acrílico encendiendo el espacio durante la noche y el día.
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