Un sofá liso y de tonos neutros es, sin duda, una apuesta segura. Pero si quieres darle a tu salón un toque más atrevido y personal, ¿por qué no apostar por un sofá estampado?
Además del diseño, es muy importante a la hora de elegir una tela para tapizar acertar con el tipo de tejido, porque no todos valen. ¿Te has enamorado de una seda? Mejor descártala, porque es una tela delicada que ofrece muy poca resistencia. Por lo que sería recomendable, tan solo, para piezas más bien decorativas.
El algodón, el lino o el Jacquard son tejidos estupendos para tapizar, porque son gruesos y, además muy resistentes. Para saber la resistencia de una tela debes mirar la etiqueta del tejido, donde se indica el índice de abrasión o Martindale, que indica el grado de resistencia del mismo. Se recomienda que sea a partir de 15.000 ciclos Martindale.
Además de la resistencia, es importante que la tela para tapizar sea fácil de mantener y lavable. En este sentido, las fibras naturales mezcladas con poliéster como el algodón y/o el lino son una muy buena opción, así como los que cuentan con tratamientos especiales antimanchas.
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