El diseño para este restaurant adopta una estructura "suspendida", con vista a la bahía de Sagami en los acantilados de la península de Izu. El terreno es complejo y se han ideado varios métodos para conciliarlo con la arquitectura.
La “suspensión” es un método de construcción que hace que el edificio “flote” en una pendiente pronunciada, y el Templo Kiyomizu en Kioto es un ejemplo representativo. Realizamos una "suspensión" transparente utilizando estructuras de acero y, encima de ella, construimos una placa de ciprés macizo de hasta 11,4 metros para flotar en el techo.
Era posible hacer flotar una arquitectura en forma de nube, hecha de ciprés, en el verde del acantilado. Los platos del chef Seizo Mikuni que utilizan los ingredientes naturales de Izu y la arquitectura con aroma a ciprés crean una armonía exquisita.
Fuente: ArchDaily
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