En las inmediaciones del Parc des Buttes-Chaumont de París, Hugo Toro ha logrado una proeza arquitectónica transformando un departamento de los años 60 en un santuario fusionado con influencias internacionales
Desde el momento en que Hugo Toro puso pie en su nuevo espacio, ubicado en el este de París, cerca del Parc des Buttes-Chaumont, percibió su potencial latente. Este edificio de los años 60 capturó su atención desde el principio, especialmente el estampado floral del suelo de la entrada, que se convirtió en el pivote inspirador para su proyecto personal.
Diseñado como un hotel-suite, este espacio fue concebido por Toro para ser acogedor y cálido. La transformación comenzó desde cero, reestructurando el espacio para crear un loft más luminoso y abierto.
En el corazón de este proyecto reside una paleta poderosa, llena de matices ricos y contrastes cuidadosamente calculados. Inspirado desde su infancia por el juego de colores y texturas, influenciado por su madre mexicana y el arte de Diego Rivera, Toro encontró elementos de inspiración en obras arquitectónicas de todo el mundo. La influencia de lugares como Viena, Los Ángeles y la inolvidable Casa Pedregal de Luis Barragán en Ciudad de México ha impregnado sus diseños.
El enfoque de Toro se basa en la creación de mundos con narrativas propias. Su arquitectura tiene un carácter escenográfico, cada proyecto concebido como un set de película meticulosamente preparado, con atención al detalle en cada espacio.
En este departamento, otro elemento crucial en la configuración del espacio fue el techo pintado de amarillo, complementando el tono verde agua del papel tapiz original del baño. Toro interactúa con las huellas del pasado para preservar el alma del lugar. A través de su mobiliario y detalles con tres tipos diferentes de madera, logra un contraste sorprendente.
El diseñador no solo transformó el espacio, sino que también creó gran parte del mobiliario, incluyendo piezas de su nueva colección "Amanecer", en colaboración con Kolkhoze y M Éditions. Su enfoque para su dormitorio combinó la sensación de un hotel con una estética más brutalista.
Hugo Toro, con su talento para transformar espacios, ha establecido un nuevo estándar para la creación de ambientes arquitectónicos únicos, con una mezcla ecléctica de influencias y un estilo enérgico que fusiona el pasado con la innovación.
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