Arquitectura

Hotel Warehouse / Zarch Collaboratives

Ubicado en un edificio conservado en Robertson Quay, las raíces del Hotel Warehouse se remontan a la historia comercial de Singapur ya a finales del siglo XIX.

Se combinaron y equiparon tres almacenes, comenzando una nueva vida como un hotel boutique de 37 habitaciones. El hotel se encuentra frente al río Singapur, con una fachada distintiva, simétrica y tejados con cremallera, mientras que los elementos originales del diseño, como ventanas, puertas, cornisas, molduras y los caracteres chinos en el extremo izquierdo, se conservan y restauran con sencillez. Estos elementos se han complementado con toques limitados, incluyendo un dosel negro metálico en la entrada principal.

La fachada blanca se distingue de las altas construcciones de vidrio y acero del contexto urbano, manteniendo su presencia e importancia histórica a lo largo del río Singapur. Un espacio de doble volumen da la bienvenida a los visitantes en el vestíbulo del hotel, con las cerchas originales del almacén, ahora se termina en negro.

Filtros de luz natural a través de los techos y nuevos marcos de portal que sirven como intervenciones estructurales discretas, proporcionando un acceso claro y línea de visión a la línea del horizonte.

La configuración espacial del Hotel establece la entrada en medio de los volúmenes, mientras que las habitaciones se dividen en dos alas, con corredores de techos altos que conducen a las habitaciones de doble volumen en el segundo piso. Las habitaciones están cubiertas de luz natural a través de una combinación de la fenestración existente, claraboyas y el uso de bloques de vidrio; las vigas y los marcos de portal se mantienen a la vista a lo largo de los espacios de circulación así como de las habitaciones, perforando muros y líneas de visión, creando un curioso diálogo espacial, acentuando el carácter de la antigua vida del almacén.

Una nueva extensión complementa la fuerte silueta del ala principal, que alberga una piscina de altura infinita como cerniéndose sobre el río Singapur, provocando interés visual en la esquina de la calle. Extendiendo la conexión visual (y táctil) a la línea de horizonte, también se consideró la selección de acabados que rodean el desarrollo, incluyendo los adoquines a nivel de la calle -seleccionados para coincidir con aquellos a lo largo del paseo del río Singapur, y los azulejos rosa salmón utilizados en la piscina- sirviendo como una metáfora visual para la relación entre el pavimento y el río.