La casa está ubicada en Azpitia, en el valle de Mala, provincia de Cañete, departamento de Lima. Es un lugar conocido por los viñedos y la elaboración del Pisco. El paisaje local se caracteriza por la aridez del desierto que contrasta con las áreas verdes que deja el curso del río Mala.
El terreno del proyecto esta situado al margen derecho del río con una extensión de aproximadamente nueve hectáreas. La orientación del lote es sur-este. La casa consta de dos niveles y una área techada de doscientos cuarenta y un metros cuadrados. El volumen fue orientado hacia el sur y ubicado en una pendiente, sobre una construcción preexistente de andenes de piedra. Desde allí se cuenta con la vista total del valle y el curso del río Mala.
La primera intención fue integrar la casa con el paisaje seco de Azpitia, desarrollando una geometría, una paleta de texturas y colores de acuerdo con este entorno particular. Adicionalmente el proyecto tenía la intención de integrarse a una construcción preexistente. El nuevo volumen debía ser una nueva capa en el paisaje, apoyada sobre unos antiguos andenes de piedra.
A veinte kilómetros de Azpitia, en la playa Chilca, encontramos artesanos que fabrican ladrillo en grandes hornos. Utilizamos este material por sus propiedades térmicas y plásticas, ligadas a este paisaje particular.
La base de la casa esta compuesta por plataformas de piedra cubiertas por plantas xerófilas. La piedra oculta el programa interno de una sauna seca y húmeda. Sobre la capa de piedra se encuentra la terraza de tres frentes: una extensión del área social cubierta por un techo de madera. El techo es una especie de tejido que filtra la entrada de luz, compuesta por un patrón de madera desarrollado a partir de la trayectoria solar, evitando la radiación directa. El techo, como una arquitectura elemental, crea una transición del interior -espacio de sombras, semi-sombra y espacios abiertos - al exterior. Proyectando la vida interior de la casa hacia el paisaje. El primer nivel de la casa es un gran espacio abierto rodeado de jardines y vistas que fusionan todas las actividades sociales: sala, comedor, estar, cocina. Finalmente, el segundo nivel contiene las áreas más privadas: zona de habitaciones y estar. Espacios más cerrados, íntimos, pero con ventanas, terrazas y pequeños patios que crean vistas particulares del valle.
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