No porque una planta se adapte a un espacio cerrado, significa que sea sencilla de cuidar, justo como estos ejemplares.
Tener plantitas en casa es increíble, en especial cuando nos hacen compañía durante nuestra estancia en casa. Éstas sirven como decoración y le dan vida a un espacio gris. Las plantas son lo mejor del mundo.
Además, son simples de cuidar… o no. La realidad es que se cree que una planta de interior es sencilla de cuidar y mantener, pero no todas poseen esas características y varias son más complicadas de lo que parece. Tal vez por eso tu plantita no se desarrolla como esperas o has tenido que ser más cuidadoso. Por ello, te presentamos algunas de las plantas de interior más difíciles de cuidar.
Helechos
Al ser plantas que se encuentran en los bosques y parques casi sin contexto, es importante saber que se mantienen de elementos un poco más salvajes y naturales, por lo que el agua que se les aplica es buena; sin embargo, si es agua de lluvia es mejor. Por ende, si no hay agua pluvial constantemente, hay que tener un poco de paciencia para notar el crecimiento y desarrollo de la misma.
Orquídea barco
Las orquídeas resultan ser de las plantas más simples de cuidar en casa y traen beneficios en el hogar; no obstante, este tipo de orquídeas requiere mucho tiempo de atención y cuidados precisos para las hojas y pétalos, además de que el agua que se le aplica no puede ser abundante o escasa, sino perfectamente ideal. Esto la convierte en una de las plantas más difíciles de cuidar.
Begonia
Desafortunadamente, éstas suelen ser plantas de climas cálidos, por lo que, estar dentro de una casa o espacio cerrado, se convierten en una de las plantas más difíciles de cuidar. Al recibir agua constantemente y no estar expuestas al sol todo el día, pueden debilitarse considerablemente y morir.
Bonsái
Estos árboles miniatura necesitan, además de riego, atención personalizada. Hay que podarlos constantemente, darles abono especial o de lo contrario, no absorben las vitaminas adecuadas o pueden ser cuna de bacterias y plagas dañinas. Además, deben ser trasplantadas por un profesional o durante el camino podrían morir. Sin olvidar que se trata de un mini árbol que requiere tanta paciencia para notar un crecimiento, como sea posible.
Lilis
Ésas son complicadas de cultivar, por ende son de las plantas más difíciles de cuidar. Lo más común es tener las flores ya cortadas en un florero como ornamento, pero cuidarlas desde su nacimiento es difícil. Requieren luz especial, alimento y fertilizante adecuados, a que no basta con algunas horas de luz y calor de sol.
Hiedra
Debido a que es una planta que crece mucho y de muchas formas, es difícil cuidarla de manera convencional. Es una de las plantas más difíciles de cuidar debido a que apenas con un exceso de agua, podría desatar una enorme rama que, a su vez, haga nacer muchas más ramas y el crecimiento descontrolado puede aparecer.
Fuente: AD
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